Día de Reyes: Amor, Fe y la Alegría de los Niños
Pluma de Fe: De la misma sangre y con la misma fe

Imagen referencial.
(CATOLIN).– Hoy, seis de enero, recordamos a unos personajes muy significativos en la Palabra de Dios: los Magos de Oriente. Estos sabios, al ver una estrella, se dejaron guiar por ella hasta llegar al pesebre donde descansaba el Pequeño Jesús. Allí, con humildad y amor, lo adoraron ofreciéndole sus regalos: oro, incienso y mirra.
La tradición nos dice que sus nombres eran Melchor, Gaspar y Baltasar. A lo largo de los años, estos personajes que llevaron presentes al Niño Jesús han continuado, simbólicamente, trayendo alegría a los niños de cada generación: a los que fuimos niños ayer, a los que lo son hoy y a los que lo serán mañana. Su gesto de amor, fe y humildad sigue vivo a través de tantos emisarios que llevan ilusión y esperanza a los hogares, recordándonos el espíritu de la Epifanía.
El Pequeño Niño de Belén, presente en los nacimientos de tantos hogares, seguramente sonríe hoy. Con sus pequeños ojos observa la alegría de los niños al descubrir sorpresas inesperadas y se une a las sonrisas gigantes que dibujan sus labios. ¡Qué maravillosa oportunidad de hacer sonreír a Jesús alegrando a los pequeños!
Pero este día también nos ofrece una invitación profunda: reflexionar sobre el ejemplo de los Reyes Magos, quienes, siendo sabios, dejaron atrás sus proyectos y caminos habituales para obedecer el llamado de Dios y seguir una estrella. Así, cada uno de nosotros puede mirar esa estrella hoy, seguir su recorrido y encontrarse humildemente con Jesús en el pesebre.
Podemos ofrecerle:
- Oro, simbolizando nuestros talentos, proyectos y conocimientos, poniéndolos al servicio de su gloria y aceptando su santa voluntad.
- Incienso, representando nuestra oración, que puede convertirse en un estado permanente de vida: hablar con Él al despertar, adorarlo, agradecerle y confiarle nuestras necesidades. Asistir a misa y visitarlo en el Sagrario son también formas de entregarle este incienso de amor.
- Mirra, llevando ante Él nuestras preocupaciones, tristezas y anhelos. En ese pequeño Belén, podemos depositar aquello que empaña nuestra alegría y dejarlo en manos del Niño Dios.
Jesús, con el mismo amor con el que recibió las ofrendas de los Magos hace más de dos mil años, aceptará nuestras dádivas hoy.
Además, tenemos la oportunidad de ser instrumentos de los Reyes Magos para alegrar a algún niño que aún espera una sorpresa. Prestemos nuestras manos para llevar alegría a su corazón.
¡Feliz Día de Reyes 2025 a todos los amigos de Catolins! Que nunca olvidemos al niño que llevamos dentro, ni al pequeño Niño de Belén que habita en nuestros corazones.
