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¿De dónde nace la fuerza para afrontar el martirio y las contrariedades de la vida?

Pluma de Fe: Testigo auténtico de la verdad

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San Lorenzo. Foto por: Investigar / CATOLIN

(CATOLIN).– Como muy seguramente hemos visto y escuchado hoy recordamos la memoria de San Lorenzo, un mártir cuyo ejemplo nos impulsa a vivir nuestra fe al máximo y ante este gran testimonio que nos llama a ser cristianos al 101 %, podemos cuestionarnos: ¿De dónde proviene la fuerza no solo para afrontar el martirio, sino también las diferentes contrariedades que se nos presentan en la vida?

La respuesta es clara “nace de una unión íntima y profunda con Cristo”. Esta fortaleza nos es otorgada por el Espíritu Santo, el dulce consolador, entrenador de los mártires y de los cristianos.

Afrontar el martirio y las contrariedades no es resultado de un esfuerzo humano, sino una iniciativa de Dios. Es la gracia de Dios que nos capacita. En el caso del martirio, nos hace capaces de entregar la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia. En el caso de las adversidades, nos permite enfrentarlas con alegría, abandonándonos en la Providencia Divina.

Así como el martirio es un gran acto de amor en respuesta al inmenso amor de Dios, vivir con alegría las contrariedades abandonándonos en la Providencia Divina, también es un gran acto de amor hacia Dios y por Dios.

Ambos, en sus respectivas dimensiones, son ejemplos de entrega que nos permiten llevar a otros a Cristo, practicar la misericordia espiritual y corporal como lo hizo San Lorenzo.

Si deseamos ser semillas de amor, debemos esforzarnos y permanecer unidos a Cristo, pidiendo ser luz para otros, bajo la gracia de su Espíritu. De esa semilla de amor: brotará amor; de la semilla de alegría: brotará alegría. Así cuando llegue el momento de la prueba, martirio o contrariedad podamos afirmar con firmeza: “El auxilio me viene de Dios, mi Salvador”.

¿Nos dejaremos atrapar por la mediocridad y el conformismo, a pesar de que cristo haya pagado un precio eterno en la cruz? cuando tenemos el eco de la vida y la sangre de tantos santos y mártires.

¿Es posible ser testigos de la verdad sin comprometer totalmente nuestra alma y corazón?

Inspirados por el martirio de San Lorenzo, podemos afirmar con convicción en cada momento y ante el mundo entero: «Ni término medio, ni 3/4, bien cristiano»… cristianos al 101 %.

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