(CATOLIN).- Cada 6 de enero, en la festividad de la Epifanía del Señor, millones de personas alrededor del mundo comparten la tradición de la Rosca de Reyes, un dulce que encuentra sus raíces en la rica historia europea y ha florecido como parte integral de la celebración navideña en México.

El P. José de Jesús Aguilar Valdés, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, ha desvelado los orígenes de esta deliciosa tradición en un video publicado en su canal de YouTube y retomado por aciprensa. Según explicó, la Rosca de Reyes tiene sus antecedentes en Europa, donde diferentes versiones de tartas y pasteles han sido parte esencial de las festividades navideñas a lo largo de los siglos.

En el siglo XVI, en Francia, surgió la costumbre de compartir un pastel octogonal con una semilla o almendra escondida. Sin embargo, cuando se estableció que aquel que encontrara la semilla debía asumir un compromiso o preparar una fiesta, la gente optó por ingerirla discretamente sin mencionar nada al respecto. Esto llevó a cambiar la semilla por objetos no comestibles, como anillos o pequeñas imágenes de porcelana del Niño Dios.

En España, la Rosca adquirió la forma de una corona, simbolizando la aceptación del Niño Jesús como el rey de Reyes. Los fragmentos multicolores de fruta cristalizada que adornan la Rosca representan las joyas de la corona. Originalmente redonda, la forma de la Rosca se transformó en una corona oval debido al creciente número de invitados en las celebraciones.

Los misioneros que arribaron a México incorporaron esta tradición en las festividades del 6 de enero, otorgando un nuevo significado a la figurita del Niño escondido. Esta simboliza la acción de María y José al ocultar al Niño Jesús para protegerlo de la matanza de inocentes ordenada por el rey Herodes.

En la tradición mexicana, encontrar al Niño Dios dentro de la Rosca no solo es un acto de fortuna, sino que también implica un corazón generoso. Según el P. Aguilar, aquellos que descubren al Niño deben ofrecer una típica tamalada el Día de la Candelaria como muestra de gratitud y generosidad.