(CATOLIN).- Un reciente estudio danés, publicado en JAMA Network Open, ha revelado que los hombres que han experimentado la pérdida de un hijo por aborto inducido enfrentan un mayor riesgo de padecer trastornos psicológicos, requiriendo con frecuencia tratamiento psiquiátrico y medicación para la ansiedad, depresión e insomnio.

Mayor riesgo de trastornos mentales

La investigación analizó datos del Registro Nacional de Pacientes de Dinamarca, observando a 192.455 padres primerizos que enfrentaron diversas situaciones adversas en el embarazo. De estos, 8.221 fueron identificados como padres que vivieron la pérdida de su hijo por aborto inducido.

Los hallazgos revelaron que los padres que enfrentaron un aborto en las primeras 12 semanas de gestación tenían un 80% más de probabilidades de requerir hospitalización psiquiátrica y un 90% más de recibir antidepresivos. Además, un año después del aborto, el riesgo de necesitar medicación para dormir aumentaba en un 74%.

En los casos de aborto tardío (a partir de la semana 13), las probabilidades de requerir tratamiento sin medicación se cuadruplicaban, y el riesgo de hospitalización psiquiátrica aumentaba un 60%.

El duelo masculino, un dolor silencioso

El impacto del aborto en los padres ha sido históricamente ignorado. Sin embargo, este estudio demuestra la urgencia de reconocer su sufrimiento y brindar apoyo adecuado.

Ante esta realidad, organizaciones como la Red de Hombres y Aborto (MAN) han creado espacios de apoyo para quienes atraviesan este dolor. A pesar de ello, los investigadores advierten que sus hallazgos podrían estar subestimados, ya que muchos hombres evitan buscar ayuda o no reciben el tratamiento adecuado.

El estudio refuerza la necesidad de mayor conciencia sobre los efectos psicológicos del aborto en los padres y de fortalecer los sistemas de apoyo para quienes enfrentan este difícil proceso.