¿Quién es el Cardenal Pizzaballa?
– Un pastor en Tierra Santa con corazón franciscano y mirada hacia Oriente

Cardenal Pizzaballa
(CATOLIN).- A diferencia de muchos otros cardenales considerados “papables”, Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, no proviene del mundo de la curia vaticana ni de diócesis europeas influyentes. Es un franciscano que ha vivido buena parte de su vida en contacto directo con el sufrimiento humano y la tensión constante de Medio Oriente. A sus 60 años, este italiano encarna una mezcla de sencillez franciscana, conocimiento profundo de las Iglesias orientales y una fe probada entre conflictos armados, minorías cristianas, y una misión pastoral de frontera.
De un pequeño pueblo italiano a la vocación franciscana
Nacido en Castel Liteggio, una aldea del norte de Italia, Pizzaballa creció rodeado de campos y animales. Describe su infancia como parte de “un mundo que ya no existe”, marcado por la sencillez y la autenticidad. Desde niño supo que quería ser sacerdote, inspirado por el ejemplo de su párroco local. Entró al seminario menor franciscano en Rímini, atraído también por el ideal misionero, especialmente las historias de los franciscanos en China antes de la expulsión comunista.
Tras años de formación religiosa, hizo sus votos solemnes en 1989 y fue ordenado sacerdote en 1990 por el cardenal Giacomo Biffi. Su destino no fue Roma, como él deseaba, sino Jerusalén, donde comenzó a estudiar Sagrada Escritura en el Estudio Bíblico Franciscano en plena Primera Intifada palestina.
Forjado entre la violencia y el diálogo en Tierra Santa
Instalado en el barrio musulmán de Jerusalén, vivió desde el primer día los riesgos de la violencia política. No hablaba árabe ni hebreo, y todo le resultaba ajeno. Sin embargo, perseveró. Aprendió hebreo en la Universidad Hebrea de Jerusalén, trabajó con católicos de lengua hebrea y se convirtió en profesor de hebreo bíblico y en responsable de la traducción del Misal Romano al hebreo.
Más tarde fue elegido Custodio de Tierra Santa, máxima autoridad franciscana en la región, responsabilidad que implicaba custodiar los lugares santos, mediar en contextos interreligiosos y promover la convivencia entre comunidades palestinas e israelíes. Durante su gestión, logró ampliar la acción pastoral a ambos lados del conflicto y colaboró con las Iglesias Ortodoxas y las Iglesias no calcedonianas.
Patriarca Latino de Jerusalén: entre desconfianza y autoridad
En 2016, tras la jubilación de Fouad Twal, el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, a pesar de no hablar aún árabe y no ser de origen árabe como sus predecesores. Superó la desconfianza inicial, aprendió el idioma y consiguió reducir significativamente la deuda del Patriarcado. En 2020 fue confirmado como Patriarca y en 2023 creado cardenal, siendo el primer Patriarca Latino de Jerusalén en recibir esa dignidad.
Voz de paz en medio de la guerra
En octubre de 2023, pocos días después de ser creado cardenal, estalló el nuevo conflicto entre Hamás e Israel. Desde el inicio, Pizzaballa condenó tanto los ataques terroristas como las represalias israelíes y ofreció incluso su vida a cambio de rehenes israelíes. Cuando logró entrar a Gaza, celebró Misa en la parroquia de la Sagrada Familia, llevando consuelo espiritual a los pocos cristianos que quedaban.
Ha mantenido una visión esperanzada en medio de la tragedia. Su lema episcopal es “Sufficit tibi gratia mea” (“Te basta mi gracia”), una expresión que resume su espiritualidad: la fuerza viene de lo alto, incluso en medio de la cruz.
Devoción, liturgia y firmeza en la identidad católica
Aunque no es conocido por grandes declaraciones, Pizzaballa ha defendido la centralidad del Misterio en la liturgia, ha utilizado el latín en celebraciones especiales, ha celebrado ad orientem y no se opone al uso de la liturgia romana antigua, que se celebra en Jerusalén. Conoce también los ritos maronita, melquita y bizantino, y valora profundamente las tradiciones orientales de la Iglesia.
Ha sido crítico con prácticas que diluyen la identidad católica: ha denunciado que en escuelas católicas se empleen profesores de religión que no van a Misa, o que médicos en hospitales católicos ignoren la moral católica sobre el aborto y la eugenesia. También ha resaltado que los religiosos deben mantener una clara identidad consagrada, incluso en medio de su trabajo cotidiano.
Silencios prudentes y fidelidad doctrinal
No ha realizado comentarios públicos sobre temas controvertidos como la comunión de los divorciados, el uso de anticonceptivos, o las diaconisas, lo que lo convierte en una figura de perfil doctrinal discreto pero firme. En temas como la ecología o la sinodalidad, parece seguir las líneas del Papa Francisco, pero sin perder de vista el fundamento teológico y pastoral.
¿Un papable inesperado?
Su edad (60 años), su nombre (Pedro Bautista), y su experiencia en el corazón del cristianismo oriental lo colocan como un papable atípico pero significativo. No ha estado involucrado en la política eclesiástica romana, pero su identidad católica clara, espiritualidad profunda, y visión eclesial anclada en el Evangelio y la tradición, podrían hacerlo atractivo para cardenales que busquen un cambio de rumbo sin rupturas, especialmente después de un pontificado jesuita.
Devoción mariana y visión de futuro
Pizzaballa es un gran devoto del Rosario y ha promovido su rezo en momentos de crisis. En 2023, consagró Tierra Santa al Inmaculado Corazón de María. Suele insistir en la formación de las familias, de donde surgen las vocaciones, y en la necesidad de formar adecuadamente a los matrimonios en su camino hacia la santidad.
Recemos por él.

CEO de CATOLIN, Lic. en comunicación por la Universidad Anáhuac Veracruz Campus Xalapa, Mtro. en Mercadotecnia por la Universidad de Xalapa, Fotógrafo y rapero católico.