(CATOLIN).- El Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, Obispo Emérito de Hong Kong, expresó en una reciente entrevista con un diario italiano que si el Santo Padre tuviese graves problemas de salud, podría renunciar como tal como lo hizo Benedicto XVI (DEP).

El pasado 17 de enero en diálogo con Il Giornale, al ser interrogado sobre si Francisco debía renunciar, el Cardenal chino respondió: “Pienso que sí; si el Papa tuviese graves problemas de salud, debería tomar en consideración la idea de renunciar. Benedicto XVI ofreció un óptimo ejemplo”, señaló.

Con respecto a el pedido de muchos en la plaza de San Pedro de hacer a Benedicto XVI “santo súbito” (santo ya), el Cardenal dijo “Es un deseo que comparto totalmente. Ahora Benedicto XVI reza e intercede por todos nosotros”.

Cuando se le preguntó que si cree que el Papa Francisco “cambiará de línea”, el Purpurado indicó que no lo sabe, pero espera “que haya un cambio. Estamos muy preocupados por lo que puede pasar con el Sínodo de los Obispos”.

“Y temo que el Sínodo repita el mismo error de la Iglesia en Países Bajos hace 50 años, cuando los obispos retrocedieron y aceptaron que los fieles guiaran a la Iglesia, luego su número disminuyó”, añadió.

“Oramos para que nuestro Papa tenga más sabiduría”.

Sobre Traditionis custodes dijo “Estoy de acuerdo con Monseñor Gänswein sobre el tema de la Misa en latín. Las generalizaciones tendenciosas en la Traditionis custodes de Francisco han herido los corazones de muchas personas”.

“Leyendo el motu proprio y la carta del Papa a los obispos, se nota una ‘facilidad’ y una ‘tendenciosidad’ para vincular el deseo de usar la forma extraordinaria de la Misa con un juicio negativo sobre la forma ordinaria de la Misa; o una tendencia a vincular el rechazo de aceptar la reforma litúrgica con un rechazo total y profundo del Concilio Vaticano II”, puntualizó.

“¿No pueden los anti-Ratzinger del Vaticano esperar pacientemente a que la Misa Tridentina muera junto con la muerte de Benedicto XVI, en lugar de humillarlo de esta manera?”, cuestionó.

Finalmente derivado de la situación de los católicos en China, perseguidos por las autoridades, el Cardenal Zen afirmó que es “difícil. No debemos olvidar nunca orar en estos tiempos duros”.

“Muchísimos fieles testimonian la propia fe con conciencia, pero sabemos que cuando la situación se pone difícil, algunos solo piensan en su propio interés”, lamentó el Obispo Emérito de Hong Kong.

“Seguimos sosteniendo la verdad, la justicia y la caridad. Las tinieblas no vencerán a la luz”, finalizó.

Luego de que un juez liberara temporalmente su pasaporte, el Obispo Emérito de Hong Kong, pudo viajar a Roma para asistir al funeral de Joseph Ratzinger. En este contexto, es precioso recordar que el Obispo Emérito había sido arrestado derivado de la nueva ley de seguridad nacional en China.