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Proponen celebración ecuménica para la Eucaristía entre católicos y protestantes como supuesto gesto de unidad

– Para los católicos que siguen fielmente su doctrina, sin embargo, esta propuesta parece confundir la unidad con el sincretismo, pues la Eucaristía, de acuerdo con el Concilio de Trento y el Catecismo de la Iglesia Católica, es mucho más que un acto simbólico o de mera comunión entre personas.

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imagen referencial. Foto: Pobbi Menne (Cathopic)

(CATOLIN).- En un artículo para la revista América, Meg Giordano, profesora y capellana ecuménica en la universidad jesuita Le Moyne College, ha lanzado una polémica propuesta para que católicos y protestantes celebren la Eucaristía “juntos” pero cada quien a su modo. Giordano sugiere que un sacerdote católico ofrezca la Eucaristía a los fieles católicos mientras un ministro protestante distribuye los elementos de la comunión a los protestantes en el mismo lugar y momento. Según ella, esta “co-celebración” sería un símbolo de unidad cristiana.

Para los católicos que siguen fielmente su doctrina, sin embargo, esta propuesta parece confundir la unidad con el sincretismo, pues la Eucaristía, de acuerdo con el Concilio de Trento y el Catecismo de la Iglesia Católica, es mucho más que un acto simbólico o de mera comunión entre personas. La Eucaristía católica representa el sacrificio de Cristo en la cruz y se celebra en la misa bajo el dogma de la transubstanciación, donde el pan y el vino se convierten verdaderamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, algo que las confesiones protestantes no aceptan. Por lo tanto, unir ambas celebraciones en un mismo espacio no haría sino banalizar el sacramento y menospreciar las creencias católicas.

Giordano, quien es protestante, argumenta que su intención es únicamente ofrecer un gesto de “unidad cristiana”, sin buscar que los fieles participen en la celebración del otro. Sin embargo, este tipo de iniciativas son peligrosas, pues diluyen la doctrina eucarística en favor de una apariencia de unión. Como explicó en 2021 el cardenal Kurt Koch, encargado de las relaciones ecuménicas en el Vaticano, este tipo de gestos pueden desvirtuar el diálogo ecuménico cuando se ignoran las profundas diferencias doctrinales entre católicos y protestantes. Koch dejó en claro que el diálogo auténtico respeta y entiende esas diferencias, y que la “unidad” nunca debe buscarse a costa de comprometer la fe católica.

La Eucaristía: ¿una cuestión de identidad compartida o un sacramento innegociable?

Desde la perspectiva católica, la propuesta de Giordano desafía la esencia misma del sacramento. Aunque ella argumenta que compartir el espacio en una “co-celebración” fomentaría una mayor “unidad”, la realidad es que dicha propuesta pasa por alto que la fe católica en la Eucaristía no es meramente una tradición cultural, sino una verdad revelada y confirmada por la doctrina. Al tratar de aunar dos credos distintos en torno a un sacramento que no comparten, lo que hace es trivializar la profundidad espiritual y teológica de la misa católica.

La Eucaristía, para los católicos, no es un punto de negociación. En sus enseñanzas, la Iglesia sostiene firmemente que este sacramento no es simplemente un acto de comunión o recuerdo, sino el sacrificio redentor y el mismo Cristo presente. Giordano puede ver la Eucaristía como un símbolo de unidad, pero en su afán por buscar un espacio compartido, olvida que la verdadera unidad sólo puede fundarse en la verdad doctrinal.

¿Dónde queda la doctrina? Un peligro para la Iglesia

La propuesta de Giordano ilustra una creciente tendencia en ciertos sectores eclesiásticos que parecen dispuestos a diluir la doctrina católica en pro de una “unidad” superficial. Aunque iniciativas como la de Giordano pretenden ser “inclusivas” y “respetuosas”, en realidad ponen en riesgo el sentido profundo de la Eucaristía y la fe católica misma, llevando a muchos fieles a pensar que las diferencias entre el catolicismo y el protestantismo son simplemente superficiales.

Esta idea, además, no toma en cuenta las graves divisiones teológicas entre ambas tradiciones. El protestantismo mismo carece de una posición única sobre la Eucaristía, y tanto Lutero como Zwinglio se enfrentaron debido a sus diferentes concepciones. Incluso para los propios protestantes, una “celebración conjunta” de este tipo es altamente problemática, ya que muchos rechazan la idea de la presencia real de Cristo en el pan y el vino.

Para los católicos fieles a la enseñanza de la Iglesia, esta propuesta de “celebración compartida” es un recordatorio de que, aunque la unidad entre cristianos es deseable, nunca puede lograrse a costa de la verdad ni de la fe. La verdadera unidad, según el Evangelio, debe basarse en una fe compartida y no en compromisos que traicionen la esencia de la doctrina cristiana.

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