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Notre Dame reabre sus puertas

– El pasado 8 de diciembre en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, se consagró el altar y se celebró la primera Misa.

Notre Dame reabre sus puertas

Catedral de Notre Dame reabre sus puertas. Foto por: ACI Prensa.

(CATOLIN).- Con una ceremonia inciada alrededor de las 7:00 p.m. (hora local), la Catedral de Notre Dame de París reabrió sus puertas, luego del grave incendio que sufrió en abril de 2019.

Tras el repique de campanas, Mons. Laurent Ulrich, Arzobispo de París, comenzó la ceremonia con una procesión acompañado de otros obispos franceses, entre ellos; el Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York; y el Cardenal libanés Bechara Rai, Patriarca del Líbano.

En las puertas de la catedral, Mons. Ulrich realizó tres invocaciones. Luego de cada una golpeó con su báculo episcopal la puerta principal de la catedral parisina.

En la primera invocación dijo: “Notre Dame, modelo de la fe, abre tus puertas para unir en la fe a los hijos de Dios dispersos”.
En la segunda: “Notre Dame, madre muy amante, abre tus puertas para ayudarnos buscar el amor, la verdad, la justicia y la paz”, y en la tercera: “Notre Dame, testigo de la esperanza, abre tus puertas para que brille la esperanza y que resplandezca sobre nosotros la victoria de la resurrección”.

Luego de la última invocación, el arzobispo procedió a abrir la puerta y recibió en el ingreso al presidente de Francia, Emmanuel Macron, acompañado de su esposa.

Entre algunos líderes mundiales presentes estaban Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos; Volodimir Zelenshy, presidente de Ucrania; y el Príncipe William del Reino Unido. También participó en la ceremonia Elon Musk, el magnate sudafricano dueño de Tesla, Space X, y la red social X.

La ceremonia continuó con la transmisión de un video que narró brevemente el incendio de hace cinco años y las obras de restauración. Acto seguido, continuó una ovación de varios minutos en agradecimiento a 160 bomberos presentes en el templo, en cuya fachada apareció proyectada, en mayúsculas, la palabra merci (gracias).

En su discurso, el presidente francés expresó su profunda gratitud a todos los que han colaborado en la reconstrucción de la Catedral de París, “en un momento en el que nos unimos en un templo católico, en Francia y el mundo entero”.

“Si, esta noche las campanas suenan de nuevo”, agregó el mandatario, quien recordó algunos hechos históricos en los que estas han sonado a través de la historia de Francia: “por Napoleón, por Víctor Hugo, para anunciar la resistencia de París”, entre otros.

«Si, ellas suenan, ellas que han acompañado nuestra historia”.

El 15 de abril de 2019, continuó, el incendio arrasó Notre Dame, pero a pesar de haber estado “desolada, fue salvada, por la bravura, el coraje de estos hombres (los bomberos)”.

Macron dio gracias a todos los que han trabajado en la reconstrucción, y a todos los que, de distintas religiones, han colaborado en todo el mundo con el proyecto.

“Hemos redescubierto lo que una gran nación puede hacer: realizar lo imposible. Esta catedral es la metáfora de la nación y del mundo (que muestra) la fraternidad del pueblo. Notre Dame nos dice que estas cosas no son posibles sino con la participación de todos”.

Entre otras cosas el presidente indicó que “nuestra catedral nos transmite la trascendencia que nos ayuda a vivir en este mundo, transmitir y esperar. Las campanas han sonado, los fieles pronto vendrán rezar, el mundo encontrará la catedral reconstruido y nosotros, tendremos que guardar como un tesoro esta lección de fragilidad y humildad”.

“¡Que Viva Notre Dame de París, viva la República, viva Francia!”, concluyó.

Al término del discurso del presidente hicieron su ingreso los estandartes de las parroquias de París, acompañados de los cantos del coro que dio realce a la ocasión.

Luego de la procesión, el arzobispo de París agradeció a Macron por sus palabras, y a todos los que han colaborado en la reconstrucción.

El mensaje del Santo Padre fue leído por Mons. Celestino Migliore, Nuncio Apostólico en Francia:

“Me alegra mucho unirme a usted, Excelencia, en el pensamiento y la oración, así como a todos los fieles aquí reunidos y a todos los presentes, en este día solemne en que su Catedral se reabre al culto”.

“Todos recordamos aún el terrible incendio que dañó gravemente el edificio hace cinco años. Nos dolía el corazón ante el riesgo de ver desaparecer una obra maestra de la fe y de la arquitectura cristianas, un testimonio milenario de vuestra historia nacional”, continuó leyendo el texto del Santo Padre.

“Hoy, la tristeza y el luto han dado paso a la alegría, la celebración y la alabanza. Saludo a todos aquellos, especialmente a los bomberos, que trabajaron con tanto valor para salvar este monumento histórico”.

Asimismo, el Papa Francisco también dio gracias a todos los que han colaborado con la reconstrucción “Esta efusión es señal no sólo del compromiso con el arte y la historia, sino también -¡y esto es muy alentador! – la señal de que el valor simbólico y sagrado de un edificio así sigue siendo ampliamente percibido, desde el más pequeño al más grande”.

El Santo Padre hizo votos para “que el renacimiento de esta admirable iglesia sea un signo profético de la renovación de la Iglesia en Francia. Invito a todos los bautizados que entrarán con alegría en esta catedral a sentir un legítimo orgullo y a reivindicar su patrimonio de fe. Queridos fieles de París y de Francia, esta morada, que habita nuestro Padre celestial, es vuestra; ustedes son sus piedras vivas”.

“Notre Dame pronto volverá a ser visitada y admirada por inmensas muchedumbres de personas de toda condición, origen, religión, lengua y cultura, muchas de ellas en busca del absoluto y del sentido de sus vidas”, subrayó el Papa Francisco.

Finalmente, el Santo Padre imploró “sobre la Iglesia de Francia, y sobre todo el pueblo francés, la protección de Notre Dame de París, les imparto a ustedes y a todos los presentes la bendición de todo corazón”.

Concluyendo el mensaje del Papa, el Arzobispo de París continuó la ceremonia con el “diálogo” con el órgano de la catedral, en el que le pedía al “instrumento sagrado” volver a sonar para animar a los fieles.

En su homilía Mons. Ulrich expresó su deseo de que vayan a Notre Dame “quienes no se sienten dignos” o que creen que no deberían venir a la catedral.

Aquí, “Cristo abrirá la puerta de su corazón y el camino a María. Esta iglesia enseña el misterio de Cristo”. “Ella es un mensaje que atraviesa las épocas y las fronteras”.

“Creyentes o no, María los escucha, les presenta a Jesús su hijo, hoy y por todos los siglos”.

Después de las preces, la asamblea rezó el Padre Nuestro y la Salve.

El pasado 8 de diciembre en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, se consagró el altar y se celebró la primera Misa.



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