(CATOLIN).- Una petición lanzada por la Fundación de Abogados Cristianos ha reunido más de 106,000 firmas exigiendo sanciones contra los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024, debido a una controvertida parodia de la Última Cena durante la ceremonia de apertura.

La petición destaca la transformación de los Juegos Olímpicos, que históricamente se caracterizaban por el respeto, la tolerancia y la deportividad, pero que ahora, según los firmantes, están marcados por espectáculos grotescos y la promoción de la ideología woke, desviando la atención del talento y sacrificio de los deportistas.

“En la inauguración de los Juegos de este año, los laicistas franceses mostraron abiertamente su odio hacia la religión cristiana”, reza el texto de la campaña. “Observamos cómo una horda de drag queens y homosexuales semidesnudos recreaban la Última Cena, en un intento más por humillar impunemente nuestras creencias”.

La petición subraya que la discriminación por motivos de religión está expresamente condenada por la Carta Olímpica vigente y cuestiona la inacción del COI: “¿A qué espera el Comité Olímpico Internacional para sancionar a los organizadores de esta actuación que atenta contra el respeto y el espíritu olímpico?”.

La Fundación de Abogados Cristianos está determinada a llevar este caso a instancias europeas, buscando una condena y sanción ejemplares para los responsables de la ceremonia de inauguración. “No derrochan oportunidad para sembrar el odio y alardear públicamente de que contra los cristianos todo vale”, señalan.

Los firmantes también critican duramente a Francia, calificándolo como un país con el laicismo más radical y una política pro-aborto constitucional, sugiriendo que no se podía esperar otra cosa de sus instituciones. “Se ríen de nosotros y nuestras creencias como si no tuvieran nada que perder”, afirman.

La Fundación de Abogados Cristianos insta a los creyentes de todo el mundo a unirse a esta campaña y a actuar para exigir respeto y sanciones contra los responsables de este acto, considerado un insulto a la fe cristiana a nivel global.