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Líderes Eclesiásticos Condenan el Acto Blasfemo en la Inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024

– El evento, que incluía una parodia de la Última Cena protagonizada por drag queens, ha sido fuertemente criticado por varios obispos y líderes católicos.

Lideres Eclesiasticos Condenan el Acto Blasfemo en la Inauguracion de los Juegos Olimpicos de Paris 2024

Barron, Sanz Montes y Scicluna

(CATOLIN).- A lo largo del fin de semana, diversas autoridades eclesiásticas han expresado su indignación y desacuerdo con el acto blasfemo presentado durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. El evento, que incluía una parodia de la Última Cena protagonizada por drag queens, ha sido fuertemente criticado por varios obispos y líderes católicos.

El obispo Robert Barron, de la diócesis de Winona-Rochester en Estados Unidos, fue uno de los primeros en condenar el espectáculo. En una entrevista con Fox News Digital, Barron declaró: «Los cristianos siempre debemos resistir el mal, y creo que, de hecho, nos hemos vuelto demasiado tímidos frente a nuestros antagonistas culturales». El obispo calificó la parodia como una burla burda y frívola de un momento central del cristianismo. Además, afirmó que la sociedad secularista y posmoderna está claramente identificando al cristianismo como su enemigo, instando a los católicos a no permanecer dóciles ante tal intolerancia.

El arzobispo de Malta y oficial del Dicasterio del Clero, Charles Scicluna, también expresó su repulsa por el espectáculo. Scicluna informó que ha enviado dos mensajes al Embajador de Francia en Malta, expresando su angustia y la decepción de muchos cristianos por el insulto gratuito a la Eucaristía. Además, animó a otros católicos a manifestar su malestar escribiendo a la Embajada francesa.

Monseñor Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, utilizó sus redes sociales para criticar el evento. «Los juegos olímpicos son una ocasión noble de medirse deportivamente», afirmó. Sin embargo, Sanz Montes condenó la parodia por ofender los sentimientos religiosos y culturales de la comunidad cristiana, señalando que «viven en el complejo y el rencor».

El presidente de la Academia Pontificia para la Vida, Vicenzo Paglia, también se pronunció sobre el acto, destacando que «el escarnio y el ridículo de la Última Cena en las Olimpiadas de París, con razón deplorada por la Conferencia Episcopal de Francia, revela una pregunta profunda: todos, absolutamente todos, quieren sentarse a esa mesa donde Jesús da la vida a todos y enseña el amor».

Hasta el momento, el Papa Francisco no ha hecho mención del evento en el Ángelus del domingo, aunque la comunidad católica sigue esperando su pronunciamiento sobre este lamentable espectáculo que ha conmocionado a los fieles.



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