(CATOLIN).– El Senado italiano ha aprobado la ley que convierte la gestación subrogada en un «delito universal», permitiendo sancionar esta práctica aunque se realice fuera del país. Impulsada por el partido de derecha Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, la normativa fue aprobada con 84 votos a favor y 58 en contra, y ya había recibido el visto bueno de la Cámara de Diputados en julio de 2023. La ley contempla penas de hasta dos años de cárcel y multas que oscilan entre los 600.000 y un millón de euros para los ciudadanos italianos que recurran a esta práctica en el extranjero.

Un debate controvertido

El proyecto, presentado como una medida para frenar lo que el Gobierno califica como una «práctica inhumana», ha generado un intenso debate dentro y fuera del Parlamento. Desde 2004, la gestación subrogada ya estaba prohibida en Italia, pero con la nueva legislación, las sanciones se extienden a los italianos que acudan a países donde esta práctica es legal. Giorgia Meloni ha defendido firmemente la normativa, subrayando que se trata de proteger a las mujeres y evitar la «mercantilización de la maternidad».

Sin embargo, la oposición ha criticado duramente la ley. Alfredo Bazoli, portavoz del Partido Demócrata, señaló que el Gobierno está imponiendo un «paternalismo estatal» que convierte a Italia en «un juez ético» y podría generar tensiones diplomáticas con países donde la gestación subrogada es permitida. Por su parte, Ilaria Cucchi, senadora del grupo Verdes e Izquierda, calificó la ley como un «acto de desmesurada inhumanidad» que afectará a los padres, en su mayoría heterosexuales, que optan por esta vía para formar una familia.

Apoyo de la coalición gubernamental

A pesar de las críticas, la medida fue respaldada por los partidos de la coalición gobernante, como Forza Italia y la Liga. Massimiliano Romeo, portavoz de la Liga, defendió la ley argumentando que la gestación subrogada «no es una cuestión de solidaridad», mientras que Domenica Spinelli, de Hermanos de Italia, afirmó que el objetivo de la normativa es decir «no a la violencia contra las mujeres».

El proyecto también ha encontrado apoyo entre numerosos movimientos feministas a nivel internacional, quienes celebran la ley como un modelo a seguir para otros países. Organizaciones como Stop Surrogacy Now y Women’s Declaration International aplaudieron la aprobación del «delito universal» del vientre de alquiler, destacando que esta victoria es el resultado de una larga lucha por la dignidad de las mujeres y el bienestar de los niños.

Implicaciones legales y desafíos futuros

Con la nueva ley, quedan dudas sobre el reconocimiento legal de los hijos nacidos mediante gestación subrogada que ya residen en Italia. En diciembre de 2022, el Tribunal Supremo italiano dictaminó que los hijos nacidos por esta práctica deben ser reconocidos a través de un proceso de adopción y con la aprobación de un juez, lo que complica aún más la situación de las familias afectadas.

Por otro lado, varios ayuntamientos, como el de Milán, han desafiado abiertamente la postura del gobierno registrando a hijos de parejas homosexuales nacidos mediante gestación subrogada, argumentando un «vacío legislativo» que ahora podría generar conflictos con la nueva normativa.

Reacciones divididas y desafíos internacionales

Mientras que los defensores de la ley sostienen que se trata de una medida de protección y respeto a los derechos de las mujeres, sus críticos advierten de posibles efectos negativos para los hijos nacidos por esta vía. Ivan Scalfarotto, portavoz de Italia Viva, advirtió que la verdadera víctima de esta normativa serán los niños, cuya documentación de nacimiento podría verse como la prueba de un delito.

En el ámbito internacional, la ley podría generar controversias con países donde la gestación subrogada es legal, complicando el estatus legal de familias que decidan llevar a cabo este proceso en el extranjero y residir posteriormente en Italia.