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Arqueólogos descubren los restos de 40 niños sacrificados ritualmente por la cultura Chimú en Perú

– Los restos de los niños fueron enterrados de manera individual, un detalle que resalta la importancia simbólica de cada sacrificio. Además de los niños, los arqueólogos hallaron los cuerpos de dos adultos y nueve llamas.

Arqueologos descubren los restos de 40 ninos sacrificados ritualmente por la cultura Chimu en Peru

Imagen referencial

(CATOLIN).-Un nuevo y escalofriante hallazgo en las afueras de Trujillo, al norte de Perú, ha sacado a la luz los restos de 40 niños sacrificados ritualmente por la antigua civilización Chimú hace más de 600 años. Los arqueólogos, liderados por el experto Julio Asencio, identificaron signos claros de sacrificio en los cuerpos, tales como cortes profundos en el esternón y costillas, típicos de rituales para extraer el corazón.

Los restos de los niños fueron enterrados de manera individual, un detalle que resalta la importancia simbólica de cada sacrificio. Además de los niños, los arqueólogos hallaron los cuerpos de dos adultos y nueve llamas. Estas llamas, animales esenciales para el sustento de los Chimú, habrían sido ofrendadas como símbolo de recursos vitales, incluyendo alimento, vestimenta y transporte, en un intento de ganar el favor de los dioses.

El contexto de los sacrificios Chimú

La cultura Chimú, que dominó la costa norte de Perú desde el siglo VIII hasta su caída ante los incas en el siglo XV, es conocida por sus imponentes ciudades, como Chan Chan, y sus elaborados sistemas de riego y agricultura. Sin embargo, también practicaba sacrificios humanos, particularmente de niños, en momentos de crisis o cuando enfrentaban fenómenos climáticos devastadores.

Los expertos sugieren que los sacrificios descubiertos podrían haber sido realizados para apaciguar a las deidades Chimú, posiblemente como respuesta a intensas lluvias, inundaciones o sequías causadas por el fenómeno climático de El Niño. Los sacrificios humanos, especialmente de niños, eran considerados una forma de invocar la intervención divina para restaurar el equilibrio natural.

«Estos sacrificios se hacían en tiempos de grandes cambios o desastres naturales», comentó Asencio. «El hecho de que fueran niños refleja una creencia de que los más puros y preciados entre los humanos debían ser ofrecidos a los dioses».

Un hallazgo que recuerda otros sacrificios masivos

Este reciente descubrimiento no es el único de su tipo. En 2018, los arqueólogos encontraron los restos de 140 niños sacrificados junto a unas 200 llamas en Huanchaco, una zona cercana a Trujillo, también pertenecientes a la cultura Chimú. Aquellos cuerpos también presentaban señales claras de cortes en el esternón y costillas, lo que indica que los sacrificios humanos eran parte integral de los rituales religiosos de la civilización Chimú, especialmente cuando enfrentaban adversidades climáticas.



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