(CATOLIN).– En una reciente conferencia, el ingeniero nuclear Robert Rucker presentó los resultados de su investigación sobre el Sudario de Turín, la célebre tela que, según la tradición cristiana, envolvió el cuerpo de Jesús tras su crucifixión. Este estudio desafía las conclusiones anteriores que databan el sudario entre los siglos XIII y XIV, sugiriendo que los resultados de la datación por carbono-14 realizada en 1988 fueron erróneos.

Rucker, con más de 38 años de experiencia en la industria nuclear, sostiene que los cálculos originales no tuvieron en cuenta un factor clave: la radiación emitida por el cuerpo de Jesús durante la resurrección. Según su hipótesis, la energía liberada en este evento habría alterado los niveles de carbono-14 en el sudario, afectando así los resultados de la datación. Esta teoría fue inspirada por una carta enviada a la revista Nature en 1989 por Tom Phillips, un físico de partículas que sugirió la posibilidad de que los neutrones liberados durante la resurrección crearan nuevos átomos de carbono-14 en el sudario.

La controversia de la datación por carbono-14

La datación por carbono-14 es un método comúnmente utilizado para estimar la edad de materiales orgánicos. En 1988, científicos realizaron pruebas en pequeñas muestras del sudario, obteniendo una fecha que situaba su origen entre 1260 y 1380 d.C., lo que llevó a muchos a concluir que se trataba de una falsificación medieval. Sin embargo, Rucker ha estado investigando el sudario desde 2013, aplicando cálculos nucleares avanzados para revaluar esta datación.

Rucker explica que la datación por carbono-14 puede fallar si se producen alteraciones en la muestra, como la absorción de neutrones, algo que, según él, sucedió durante la resurrección. Esta afirmación ha generado debate dentro de la comunidad científica, ya que el sudario ha sido objeto de investigación desde hace décadas.

Un análisis más profundo: ciencia y fe

El Sudario de Turín ha sido venerado durante siglos, y su historia es motivo de fascinación tanto para creyentes como para científicos. En su investigación, Rucker también aborda los estudios realizados por el Proyecto de Investigación del Sudario de Turín en 1981, en el cual un equipo internacional de científicos concluyó que la imagen del sudario correspondía a la de un «hombre azotado y crucificado» y que la imagen no había sido creada por un artista.

Paola Conti-Puorger, doctora en ingeniería aeroespacial y directora del centro de investigación Othonia, destacó la importancia del sudario no solo como un objeto de veneración, sino como una fuente de profunda reflexión teológica y científica. Según ella, el sudario revela el amor y sacrificio de Cristo, y es comparable a la Eucaristía en su capacidad de hacer presente el cuerpo y la sangre de Cristo.

La importancia del sudario en la actualidad

El Sudario de Turín sigue siendo una de las reliquias más veneradas del cristianismo. Custodiado en la Capilla del Santo Sudario en la Catedral de San Juan Bautista en Turín, ha sido objeto de numerosos estudios científicos que buscan resolver el misterio de cómo se formó la imagen en la tela.

En 2015, el Papa Francisco rezó frente al sudario y destacó su importancia simbólica para los cristianos, afirmando que nos recuerda el sufrimiento de Jesús y de todas aquellas personas que padecen injustamente en el mundo.

Próximos pasos en la investigación

Rucker ha programado un taller los días 6 y 7 de octubre en Ann Arbor, Michigan, donde compartirá más detalles de su investigación. La conferencia tendrá lugar en la Parroquia de Santo Tomás Apóstol y la Universidad de Michigan, instituciones en las que Rucker también obtuvo sus títulos en ingeniería nuclear y mecánica. Además de este evento, la exposición permanente de la parroquia de Ann Arbor presenta una réplica fotográfica del sudario, junto con un holograma en 3D y una maqueta de bronce de Cristo en su tumba, lo que permite a los visitantes tener una experiencia cercana con esta reliquia sagrada.