(CATOLIN).- El pasado 17 de octubre, a la una de la madrugada, un grupo armado, presuntamente conformado por pastores musulmanes fulani, llevó a cabo un ataque al monasterio benedictino de Eruku, ubicado en el estado de Kwara, en el centro-norte de Nigeria. Como resultado de esta incursión, tres personas fueron secuestradas, entre ellas un novicio y dos postulantes.

Los individuos secuestrados fueron identificados como el hermano Godwin Eze, un novicio, y dos postulantes, Anthony Eze y Peter Olarewaju. Este incidente se produce un día después de la liberación de tres monjas que habían sido secuestradas en el estado sudoriental de Ebonyi, lo que refleja la persistente amenaza de secuestros en Nigeria.

El secuestro se ha convertido en una creciente preocupación en el país, afectando a diversos estratos sociales, incluyendo sacerdotes y religiosos. La situación se agrava en el estado de Kwara, donde la noticia de la liberación de la esposa y los dos hijos del diputado Soliu Ayanshola, quien representa al distrito electoral Ipaiye/Malete/Olooru del gobierno local de Moro en la Cámara de la Asamblea estatal, se ha destacado en las últimas horas.

Los familiares del parlamentario habían sido secuestrados por hombres armados el 16 de octubre, pero fueron liberados el 18 de octubre, gracias a una acción de la policía que logró detener a cinco miembros de la banda de secuestradores.

La situación de inseguridad y los secuestros en Nigeria continúan siendo motivo de preocupación para las autoridades y la población en general, con una creciente necesidad de abordar este problema de manera efectiva.