(CATOLIN).- La inseguridad sigue siendo una preocupación para los miembros de la Iglesia Católica en Haití, ya que seis religiosos y un sacerdote fueron secuestrados el viernes 23 de febrero por hombres armados.

Según informes de Vatican News, los seis hermanos del Sagrado Corazón fueron secuestrados por la mañana mientras se dirigían a la misión de la escuela Juan XXIII en la capital, Puerto Príncipe. La escuela Juan XXIII es el único centro educativo que sigue operando en una zona de alto riesgo en la ciudad.

En cuanto al sacerdote, fue secuestrado después de celebrar la Misa en la capilla de Nuestra Señora de Fátima, también en Puerto Príncipe.

Los secuestros de sacerdotes y religiosos son frecuentes en Haití debido a la percepción de que la Iglesia Católica local tiene recursos económicos y puede pagar rescates, según indicó el medio vaticano.

Este incidente se produce después de que el 19 de enero seis religiosas de la Congregación de Hermanas de Santa Ana fueran secuestradas junto con los ocupantes del autobús en el que viajaban en Puerto Príncipe. Afortunadamente, fueron liberadas cinco días después.

En otro acto de violencia reciente, el 18 de febrero, el Obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, Mons. Pierre André Dumas, resultó herido por una explosión en la casa donde se alojaba en la capital haitiana. Según informes, el prelado ha sido sometido a una operación y será trasladado a Miami (Estados Unidos) para recibir tratamiento adicional.

La situación de seguridad en Haití es crítica, con informes que indican que 162 pandillas armadas con 3,000 «soldados» controlan aproximadamente el 80 % de la capital del país caribeño. Estas bandas bloquean carreteras principales y controlan el acceso a recursos básicos como agua, comida y atención médica, utilizando la violencia sexual como táctica para aterrorizar a la población.

El país enfrenta una crisis de seguridad que requiere apoyo internacional para restaurar la paz y garantizar la seguridad de sus ciudadanos, que viven con el temor constante de ser asesinados, desplazados, secuestrados o victimizados por la violencia.