(CATOLIN).- El obispo Joseph Strickland ha expresado preocupaciones sobre el posible impacto del Sínodo sobre la Sinodalidad en las enseñanzas de la Iglesia Católica. A medida que se avecina la reunión de obispos y laicos en octubre, Strickland ha instado a los católicos a aferrarse a las verdades tradicionales y ha advertido que aquellos que se opongan a cambios innovadores podrían ser etiquetados como «cismáticos».

El mensaje del obispo fue pronunciado poco después de la visita apostólica a su diócesis de Tyler, y se centra en las posibles consecuencias del Sínodo sobre la Sinodalidad, que busca discutir la participación de los laicos en la toma de decisiones de la Iglesia. Strickland abordó lo que considera un «mensaje malvado y falso» que está infiltrándose en la Iglesia, donde se minimiza la importancia del mensaje de Jesús y se propone que «Jesús es solo uno entre muchos y que no es necesario que Su mensaje sea compartido con toda la humanidad”. Tomando como referencia la Epístola a los Gálatas escrita por San Pablo, Strickland sostuvo que «cualquier esfuerzo por distorsionar el genuino mensaje del Evangelio debe ser rechazado de manera decidida, ya que resulta perjudicial tanto para la Esposa de Cristo como para cada uno de sus miembros».

Enumeró un conjunto de siete verdades que la Iglesia Católica ha enseñado consistentemente, las cuales son las siguientes:

• La naturaleza de la Iglesia católica como única Iglesia verdadera.
• La necesidad de estar en estado de gracia para recibir la Eucaristía.
• La naturaleza divina del sacramento del Matrimonio, que el hombre no puede alterar ni “redefinir”.
• El hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, por lo que no permite rechazar la realidad biológica.
• La completa inmoralidad de la actividad sexual fuera del matrimonio, que la Iglesia no puede bendecir ni tolerar en absoluto.
• Es “falsa y peligrosa” la “creencia de que todos los hombres y mujeres se salvarán independientemente de cómo vivan sus vidas”.
• La necesidad de soportar los sufrimientos para seguir a Cristo y unir el sufrimiento a su muerte redentora.

No indicó directamente que el Sínodo estuviera considerando cambios o intentos de modificar esa enseñanza, sino que advirtió a los católicos que «se aferren a estas verdades y sean cautelosos ante cualquier intento de presentar una alternativa al Evangelio de Jesucristo, o de impulsar una fe que promueva el diálogo y la fraternidad, en detrimento de la paternidad de Dios».

«En este tiempo de gran agitación en la Iglesia y en el mundo, debo hablaros con corazón de padre para advertiros de los males que nos amenazan y para aseguraros la alegría y la esperanza que siempre tenemos en Nuestro Señor Jesucristo», agregó el Obispo.

Sobre la importancia de mantenerse fieles a la doctrina, Strickland afirmó: «La Iglesia existe no para redefinir las cuestiones de fe, sino para salvaguardar el Depósito de la Fe tal como nos lo ha transmitido Nuestro Señor mismo a través de los apóstoles, los santos y los mártires».

En relación con las posibles implicaciones del Sínodo sobre la Sinodalidad, el obispo instó a los fieles a mantenerse cautelosos frente a cualquier intento de presentar una alternativa al Evangelio de Jesucristo.

Strickland también abordó la posibilidad de que aquellos que se opongan a cambios doctrinales puedan ser calificados como «cismáticos». Aclaró que permanecer firmemente en la fe católica no es un acto de cisma y afirmó: «Tengan la seguridad, sin embargo, de que nadie que permanezca firmemente en la plomada de nuestra fe católica es un cismático».

Christ is the vine. The traditional Latin Mass is rooted in the vine, robust with truth & bears much fruit. Any attempt to sever the traditional Mass from the Church is an attack on the unbroken link to tradition as received from the apostles, & an attack on the Deposit of Faith. pic.twitter.com/W5CKeLNT4b

— Bishop J. Strickland (@Bishopoftyler) August 1, 2023

En contraste, el prelado caracterizó a los partidarios no identificados de la transformación y la novedad como «cismáticos», declarando que «aquellos que pretenderían modificar lo inmodificable buscan tomar el control de la Iglesia de Cristo, siendo en realidad los genuinos cismáticos».

El obispo concluyó su mensaje con una llamada a la acción: «Debemos permanecer descaradamente y verdaderamente católicos, independientemente de lo que pueda surgir».