(CATOLIN).- Las monjas del Monasterio Carmelita de la Santísima Trinidad en Arlington, Texas, han causado revuelo al anunciar públicamente que ya no reconocen la autoridad del obispo Michael Olson de Fort Worth. Este acto podría tener implicaciones serias, incluyendo la posibilidad de que el obispo declare a las monjas en cisma.

Desafío a la Autoridad Eclesiástica

Mediante una declaración publicada en su sitio web, las monjas expresaron su decisión de no reconocer la autoridad del obispo Olson y sus funcionarios, citando meses de «interferencia, intimidación, agresión, humillación privada y pública y manipulación espiritual sin precedentes». La relación tensa ha llevado a un punto en el que las monjas han tomado esta medida, indicando que no permitirán que el obispo o sus representantes tengan acceso a la propiedad del monasterio ni mantengan contacto con la comunidad.

Posibles Consecuencias según el Derecho Canónico

En términos del derecho canónico, la negativa a reconocer la autoridad de un obispo diocesano puede considerarse un acto de cisma, lo que podría resultar en excomunión. Sin embargo, para que esta pena surta efecto, debe ser declarada por el obispo diocesano. La Diócesis de Fort Worth emitió una respuesta al respecto, mencionando que el obispo Olson y la Diócesis no han sido notificados oficialmente sobre esta decisión.

Declaración de Apoyo de Arzobispo Carlo Vigano

En apoyo a las monjas, el Monasterio Carmelita de Texas también publicó una declaración atribuida al arzobispo Carlo Vigano, ex nuncio apostólico en los Estados Unidos. En esta declaración, se critica el abuso de poder por parte de las autoridades eclesiásticas sobre las comunidades religiosas y se sugiere que estos actos buscan privar a la Iglesia de las gracias que las almas consagradas aportan. El arzobispo insta a apoyar la resistencia de las monjas y a enviar un mensaje claro sobre el poder en la Iglesia.

Raíces del Conflicto

El conflicto entre el obispo Olson y las monjas ha estado en curso desde mayo, cuando Olson inició una investigación canónica contra la Madre Teresa Agnes Gerlach, superiora del monasterio, por supuestamente violar su voto de castidad. Aunque las monjas alegan que la admisión de la Madre Teresa se realizó bajo circunstancias especiales, Olson sostiene que la monja había admitido el acto en una conversación en persona. La situación ha llevado a demandas civiles y tensiones dentro de la comunidad religiosa.

La situación sigue en desarrollo, y la Diócesis de Fort Worth ha solicitado orientación en Roma para abordar este desafío a la autoridad eclesiástica.