(CATOLIN).– Juan Manuel Góngora, sacerdote almeriense, que tiene más de 70.000 seguidores en redes sociales y es uno de los sacerdotes que participa en el programa de La Sacristía de la Vendée está en la mira por parte del obispo de Almería.

Tras hacer virales las imágenes de la ‘pseudobada gay’ celebrada en una ermita de Madrid el páter Góngora acaparó portadas en redes sociales, al grado de que medios nacionales y ciertos medios eclesiales lo señalaran como un peligroso homófobo por el mero hecho de defender la doctrina católica.

Derivado de ello, la archidiócesis de Madrid publicó un comunicado en donde el propio arzobispo, José Cobo, reconoció que lo que ocurrió fue ambiguo y generaba confusión.

En esa semana se suscitó la polémica con las declaraciones del sacerdote Gabriel Calvo quien en tono de broma comentó que rezaba para que el Papa fuese al cielo cuanto antes. Lo cierto es que Juan Manuel Góngora no hizo ningún comentario sobre el Papa pero su mera presencia en el programa ha provocado que el obispo de Almería trate de silenciarlo por todos los medios, según fuentes informaron a InfoVaticana.

Medios locales de Almería, han mantenido varias conversaciones informales con el sacerdote para hacerle saber que algunas de sus declaraciones públicas no son bien acogidas en el seno de la Iglesia almeriense porque no solo no van en la línea que marca el sumo pontífice, el Papa Francisco.

Tras la amenaza de la archidiócesis de Toledo con tomar represalias contra los sacerdotes que participan en ese programa, le llega el turno al obispo de Almería, tutelado por otros obispos de mayor rango y con más influencia.

Lo increíble que cinco curas de pueblo tengan en jaque a la Conferencia Episcopal Española, prefiriendo emplear el tiempo en hablar sobre lo que le marcan los medios de comunicación en vez de preocuparse por cómo van a resolver la crisis de vocaciones que vive España tras los últimos datos publicados.

Dardo público del obispo al páter Góngora

Tras intentar amedrentar al sacerdote en privado, el obispo de la diócesis de Almería, hace lo propio en público publicando un artículo de comunicación en un medio local y difundido por la página web de la diócesis.

“Ahora que estamos bajo las redes deshumanizadoras de arrastre masivo, donde los insultos, las medias verdades (no hay mayor mentira), la necesidad de estar en el candelero y tener multitud de seguidores (me niego a poner otras palabras en inglés) han elevado a la altura de la fama a personas sin relato que tan solo viven del deslumbramiento de una noticia fugaz que ya se encargan ellos de revestirla de las características de una literatura apocalíptica”, escribe Gómez Cantero.

Para el obispo de Almería, “son cronistas del mal agüero porque no construyen y son reaccionarios impulsivos, cuando en la mayoría de ellos sus vidas no responden a la pureza ideológica que manifiestan”.

“Esto no es ni presencia pública ni compromiso en el mundo. Lo siento por ellos, pues algunos se tienen como adalid de la presencia e incluso de la autoridad cristiana”.

El obispo Gómez Cantero afirma que “en muchos de los mensajes de la red, piensan que son salvadores, hay demasiados prejuicios, proselitismo, supremacismo moral, desconfianza, superioridad y descarte. Somos muy influenciables por distintas corrientes sociales, ideológicas, políticas, religiosas… corrientes que nos condicionan y limitan la vida, nos convierten en sectarios, y que por otra parte ya se vivían en tiempos de Jesús. Cada persona tiene su propia historia, no te metas con los que son distintos o piensan diferente a ti, eso no es evangelizar, es alimentar el fuego del odio. Nada nuevo bajo el sol”.

Mientras el obispo de Plasencia apostó por escribir una carta misericordiosa con el sacerdote de Don Benito que vivía con otro hombre y fue acusado de vender droga, Gómez Cantero ha optado por el escarnio público a uno de sus sacerdotes, con indirectas para no mancharse demasiado, esta es la doble vara de medir. Depende de quien se equivoque y cual sea su pecado habrá misericordia o no.