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Continua la violencia en Nigeria: «Tengo cinco perros para poder dormir tranquilo»

Nigeria, no es un país pacífico, pues grupos terroristas islamistas y pastores fulani musulmanes suman demasiadas víctimas.

Continua la violencia en Nigeria Tengo cinco perros para poder dormir tranquilo

Monseñor Ndagoso, arzobispo de Kaduna (Nigeria)

(CATOLIN).– Monseñor Ndagoso, arzobispo de Kaduna, encabeza una de las diócesis más peligrosas del mundo; sin embargo, podría hacer que se olvide que viene de una de las de una de las diócesis nigerianas que más sufre violencia, al demostrar su amabilidad y sonrisa al hablar con la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

Iglesia en peligro

En este contexto, evangelizar se ha convertido en una actividad de alto riesgo. En los últimos tres años, ocho sacerdotes de la diócesis han sido secuestrados; cuatro fueron liberados, uno continúa desaparecido y tres fallecieron a manos de sus captores. El arzobispo nos comparte una demostración de valentía de uno de estos tres sacerdotes: «Mientras lo apuntaban con un AK47, dijo a sus atacantes que debían arrepentirse de sus maldades, por lo que lo mataron».

A pesar de los peligros, Mons. Ndagoso continúa su misión. «Tengo cinco perros para poder dormir tranquilo», indica. Sus desplazamientos los realiza con escolta, a lugares con vigilancia, pues se teme que un obispo represente una presa fácil para los bandidos. «A menudo, nos encontramos en la carretera con vehículos que han sido atacados y que nos recuerdan lo que nos puede pasar a nosotros en cualquier momento», declara a ACN.

La inseguridad ya es parte de la vida cotidiana de los nigerianos, hasta el punto de que los sacerdotes piensan en cada movimiento que hacen para saber si el riesgo vale la pena. Esto se ha convertido en la principal preocupación: «La fe no cae del cielo. Necesita ministros, pero sabemos que corremos riesgos cuando los mandamos a algún lugar. En el fondo, estamos volviendo a los primeros tiempos de la Iglesia…», expresa Mons. Ndagoso.

La religión debería unir

El aspecto religioso es crucial en Nigeria, pues está poblada a partes iguales por cristianos y musulmanes. Los creadores del conflicto en el país (en particular los grupos Boko Haram e ISWAP) buscan constantemente el enfrentamiento de los grupos religiosos entre sí, lamenta el arzobispo, y comparte: «La religión debería ser un factor de unión, no de división».

Nigeria, no es un país pacífico, pues se encuentra en medio del Sahel, que es donde grupos terroristas islamistas y pastores fulani musulmanes suman demasiadas víctimas.

La vida de Mons. Ndagoso muestra la capacidad de la sociedad nigeriana de convivir con diferentes grupos religiosos. Siendo hijo de un líder de una religión tradicional, por iniciativa de un primo, fue educado en una escuela católica y decidió bautizarse a los diez años. «Aquí, en África subsahariana, llevamos la religión en la sangre: ¡Aquí tenemos una cultura religiosa! Y eso me lo transmitió mi padre y se lo agradezco. Mi padre nunca me reprochó mi elección, estaba contento con mi conversión… ¡aunque hubiera preferido que me casara!», añadió bromeando.

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