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Muchos cristianos se ven obligados a permanecer en casa: Siria

– En algunas localidades, algunos grupos radicales han impuesto normas como la segregación por sexo en el transporte público o la obligación de que las mujeres lleven velo.

Muchos cristianos se ven obligados a permanecer en casa

 La gente de Alepo celebra el cambio de régimen (ACN)

(CATOLIN).– La organización “Ayuda a la Iglesia Necesitada” (ACN), ha advertido que se están produciendo restricciones a la libertad religiosa en algunas regiones de Siria.

En algunas localidades, algunos grupos radicales han impuesto normas como la segregación por sexo en el transporte público o la obligación de que las mujeres lleven velo. Algunos observadores señalan que estas medidas han sido posibles debido a la falta de un gobierno unificado tras el cambio de poder.

En las ciudades de Homs y Hama, ubicadas en el oeste de Siria hay más dificultades para la comunidad cristiana. Según un testimonio recogido por ACN, los cristianos evitan salir a la calle después de las 17:00 horas debido a la presencia de grupos yihadistas que instan a la conversión al islam mediante megáfonos. Además, las mujeres que no llevan velo son recriminadas públicamente.

“El miedo es muy grande. Muchos cristianos se ven obligados a permanecer en casa y no pueden acudir a sus trabajos”, señaló una fuente local.

En el “Valle de los Cristianos”, a unos 60 kilómetros de Homs y cerca de la frontera con el Líbano, la situación es relativamente tranquila. Sin embargo, en los accesos a la zona se han registrado incidentes: algunos cristianos han sido detenidos en controles de carretera y se les exige convertirse al islam para poder continuar su trayecto. En algunos casos, los viajeros han sido asaltados y despojados de sus pertenencias.

En Damasco, las nuevas autoridades intentan proyectar una imagen positiva. A pesar de ello, se han informado de episodios como la obligación del velo para las mujeres o la prohibición de que hombres y mujeres que no sean familiares paseen juntos por la calle. Situaciones similares han sido reportadas en Alepo, en el norte del país.

Pese a la incertidumbre, representantes de la Iglesia han expresado su disposición a colaborar con los nuevos gobernantes. En varios encuentros, las autoridades han asegurado a la comunidad cristiana que sus derechos serán respetados.

De acuerdo con lo señalado por un portavoz eclesiástico, las conversaciones se centran en garantizar que los cristianos sean reconocidos como parte integral de la sociedad siria y no como una simple minoría religiosa.

“No queremos ser tratados como ciudadanos de segunda categoría”, subrayó un portavoz eclesial.

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