(CATOLIN).- A las 21:00 horas (tiempo de Roma), el cielo sobre la Capilla Sixtina se tiñó de humo negro, señal inequívoca de que la primera votación del cónclave no logró la elección del nuevo Papa. Como marca la tradición, esto significa que ningún cardenal ha alcanzado la mayoría de dos tercios requerida para asumir el ministerio petrino.

Tal como ocurrió en el cónclave anterior —cuando la primera fumata negra se dio a las 19:41 h con 115 electores—, este nuevo proceso de elección, con 133 cardenales participantes, tampoco logró un consenso en la primera jornada.

Calendario de votaciones

Según lo previsto, los cardenales electores se reunirán nuevamente el jueves por la mañana para continuar con las votaciones. El calendario diario contempla hasta cuatro sufragios por jornada: dos en la mañana y dos en la tarde. Los horarios aproximados para las fumatas (hora de Roma) son:

• 10:30 h: si hay elección en la primera votación matutina.
• 12:00 h: si hay segunda votación sin elección (se queman ambas papeletas juntas).
• 17:30 h: si hay elección en la primera votación vespertina.
• 19:00 h: si hay segunda votación sin elección.

Desde la chimenea instalada sobre la Capilla Sixtina, el mundo entero estará pendiente de un posible cambio de color en el humo: el blanco anunciará el nacimiento de un nuevo Pontífice.

El procedimiento de elección

Cada cardenal escribe, en latín, el nombre de su candidato en una papeleta que deposita personalmente en una urna. Tres grupos de cardenales —escrutadores, revisores e informadores— aseguran el rigor del conteo. Si tras cada jornada no se alcanza el umbral de los dos tercios, las papeletas se incineran, generando la fumata negra.

Cuando finalmente se alcance un consenso, se preguntará al elegido:
«Acceptas electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?»
(¿Aceptas la elección hecha canónicamente de ti como Sumo Pontífice?)

Al aceptar, el nuevo Papa elegirá su nombre y se retirará a la Sala de las Lágrimas para revestirse con los ornamentos pontificios.

Expectativa mundial por el «Habemus Papam»

Una vez concluida la elección, el cardenal protodiácono saldrá al balcón central de la Basílica de San Pedro para anunciar al mundo:
«Habemus Papam…» seguido del nombre del nuevo Sucesor de Pedro.

El nuevo Pontífice impartirá su primera bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), en un gesto que marca el inicio de su ministerio como Pastor de la Iglesia Universal.

Días después, presidirá la solemne Misa de Inauguración del Pontificado, en la que recibirá el Pallium, signo de autoridad pastoral que reemplaza a la antigua coronación papal.