(CATOLIN).– En Bélgica, las palabras del Papa Francisco durante su reciente visita siguen generando polémica, ahora con la crítica de tres obispos del país. En su discurso ante la tumba del Rey Balduino, el Papa elogió la valentía del monarca por haber renunciado temporalmente a su cargo en 1990 para no firmar una ley que permitía el aborto, calificando esa legislación como «asesina». Durante el vuelo de regreso a Roma, el Pontífice reiteró su postura contra el aborto, afirmando: «Un aborto es un asesinato… Matas a un ser humano», y refiriéndose a los médicos que realizan abortos como «sicarios».

Las declaraciones provocaron una respuesta airada por parte de la clase política belga, e incluso el Nuncio fue convocado por el primer ministro para dar explicaciones. A esta controversia se sumaron las críticas de tres obispos belgas.

Mons. Pierre Warin, obispo de Namur, señaló: «Uno debe aceptar nuestra sociedad tal como es» y cuestionó el contexto en el que se dieron las palabras del Papa. Mons. Guy Harpigny, obispo de Tournai, expresó su desacuerdo con el uso del término «sicarios» para referirse a los médicos, calificándolo de «exagerado». Por su parte, Mons. Johan Bonny, obispo de Amberes, criticó la mención del Papa sobre la posible beatificación del Rey Balduino, afirmando que sus consejeros «no lo asesoraron bien».