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Scicluna insta nuevamente al fin del celibato para prevenir la doble vida de sacerdotes

– En una entrevista exclusiva concedida al National Catholic Reporter, Scicluna expresó su preocupación por la posibilidad de que algunos individuos se vean tentados a llevar una doble vida debido a las restricciones del celibato.

Arzobispo de Malta y secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe pide acabar con el celibato

Mons. Charles Scicluna, arzobispo de Malta

(CATOLIN).- El Arzobispo de Malta, Mons. Charles Scicluna, ha reiterado su llamado para poner fin al celibato permanente como requisito para el sacramento del orden en la Iglesia de rito latino, argumentando que esta medida podría evitar la doble vida de algunos sacerdotes.

En una entrevista exclusiva concedida al National Catholic Reporter, Scicluna expresó su preocupación por la posibilidad de que algunos individuos se vean tentados a llevar una doble vida debido a las restricciones del celibato. «Una de mis preocupaciones es que se ponga a las personas en una situación en la que se sientan cómodos con una doble vida», afirmó el arzobispo.

Scicluna subrayó que su propuesta no busca desmerecer la importancia del celibato o el compromiso heroico de aquellos que lo viven como un don, sino que considera necesario abrir un debate sobre este tema. «Creo que es bueno que lo discutamos», añadió.

El prelado también señaló la importancia de considerar la fragilidad humana y el hecho de que las personas maduran en diferentes circunstancias. «Lo que se aprende con la experiencia es que hay que tener en cuenta la fragilidad humana y el hecho de que las personas maduran en situaciones diferentes; se encuentran en un lugar diferente psicológica y espiritualmente», dijo Scicluna, destacando que esta es una cuestión que debe ser abordada por la Iglesia en su más alta autoridad.

Esta no es la primera vez que Mons. Scicluna aboga por el fin del celibato en la Iglesia. A principios de año, en declaraciones al The Times of Malta, expresó su preocupación por perder a potenciales vocaciones sacerdotales debido a la imposición del celibato. «¿Por qué deberíamos perder a un joven que habría sido un excelente sacerdote, sólo porque quería casarse? Y perdimos buenos sacerdotes sólo porque eligieron el matrimonio», afirmó entonces.

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