(CATOLIN).- El Monasterio Mater Ecclesiae, construido por voluntad de San Juan Pablo II en 1992 y dedicado a María, Madre de la Iglesia, se prepara para acoger una nueva comunidad monástica femenina. Esta comunidad de monjas benedictinas de la Arquidiócesis de Buenos Aires tiene previsto establecerse en el monasterio a finales de este año, después de una serie de obras de renovación que comenzaron en agosto de 2023.

El Monasterio Mater Ecclesiae ha sido un lugar significativo en la historia reciente de la Iglesia, sirviendo como hogar para el Papa Benedicto XVI desde el 2 de mayo de 2013 hasta su fallecimiento. San Juan Pablo II había concebido este monasterio como un espacio destinado a albergar comunidades monásticas femeninas de vida contemplativa, cuya misión principal sería la oración por el Papa y la Iglesia.

En 2012, la última comunidad de monjas que residía en el monasterio dejó el lugar para permitir las obras de renovación solicitadas por Benedicto XVI. Si bien los motivos de la partida no fueron revelados públicamente, se sabe que el Papa planeaba retirarse allí para pasar el resto de su vida tras anunciar su dimisión el 11 de febrero de 2013. Inicialmente, Benedicto XVI se trasladó al Palacio Apostólico de Castel Gandolfo y luego regresó al Vaticano una vez finalizadas las obras de renovación del monasterio.

El Monasterio Mater Ecclesiae se ha convertido en un símbolo de silencio y vida escondida, un lugar donde se buscaba la contemplación y la oración en favor del Papa y la Iglesia. Con la llegada de la comunidad de monjas benedictinas de la Arquidiócesis de Buenos Aires, este lugar histórico continuará desempeñando un papel significativo en la vida espiritual de la Iglesia