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Domingo de Ramos: “Jesús abandonado nos pide que tengamos ojos y corazón para los abandonados”; reflexionó el Papa Francisco

– Jesús experimentó el abandono “para no dejarnos rehenes de la desolación y estar a nuestro lado para siempre”.

papa francisco en Domingo de Ramos

Papa Francisco en Domingo de Ramos 2023. Foto por: Infocatolica

(CATOLIN).– En la Santa Misa celebrada el Domingo de Ramos el Papa Francisco reflexionó sobre la fe que Jesús puso en Dios, sin ceder a la desesperación, sino rezando y encomendándose al Padre, llamó a no olvidar la existencia de múltiples “Cristos abandonados” en el mundo de hoy.

En la Misa presidida en el Domingo de Ramos por el Santo Padre recordó al comenzar la homilía la única invocación pronunciada en la cruz por Jesús en el Evangelio: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? son las palabras que nos llevan al corazón de la pasión de Cristo, al punto culminante de los sufrimientos que padeció para salvarnos”.

En este sentido reflexionó que “Jesús abandonado nos pide que tengamos ojos y corazón para los abandonados. Para nosotros nadie puede ser marginado”, dijo y manifestó que “cada vez que escuchamos el relato de la pasión “nos conmueve”: “Sufrió en el cuerpo: de las bofetadas a los golpes, de la flagelación a la corona de espinas, hasta llegar al suplicio de la cruz. Sufrió en el alma: la traición de Judas, las negaciones de Pedro, las condenas religiosas y civiles, las burlas de los guardias”.

Explicó que aparte del sufrimiento del cuerpo y del alma, hay otro sufrimiento que es todavía “más lacerante”, el del espíritu: “En la hora más trágica, Jesús experimenta el abandono de Dios. Nunca antes, explicó, había llamado al Padre con el nombre genérico de Dios, el acontecimiento es, pues, real y el abajamiento es extremo. El Señor llegar a sufrir por amor a nosotros, lo que nos es difícil incluso de comprender”.

Jesús experimentó el abandono “para no dejarnos rehenes de la desolación y estar a nuestro lado para siempre”.
Enfatizó que “Las personas rechazadas y excluidas son iconos vivos de Cristo”.

Antes de terminar la homilía el Santo Padre reflexionó sobre el verbo “abandonar”: “Aparece en la Biblia en momentos de extremo dolor: en amores fracasados, negados y traicionados; en hijos rechazados y abortados; en situaciones de repudio, viudez y orfandad; en matrimonios agotados, en exclusiones que privan de vínculos sociales, en la opresión de la injusticia y la soledad de la enfermedad. Cristo llevó todo ello a la cruz, tomando sobre sí el pecado del mundo. Y en el momento culminante, el Hijo unigénito y amado experimentó la situación que le era más ajena: la lejanía de Dios”.

Finalmente, subrayó que Jesús hizo todo esto “por nosotros: Se hizo solidario con nosotros hasta el extremo, para estar con nosotros hasta las últimas consecuencias. Para que ninguno de nosotros pudiera considerarse solo e insalvable. Experimentó el abandono para no dejarnos rehenes de la desolación y estar a nuestro lado para siempre. Hermano, hermana, lo hizo por ti, por mí, para que cuando tú, yo, o cualquiera se vea entre la espada y la pared, perdido en un callejón sin salida, sumido en el abismo del abandono, absorbido por el torbellino del “por qué”, pueda tener esperanza”.

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