(CATOLIN).- El parlamento polaco ha dado luz verde a una ley que prohíbe la educación sexual para menores en las escuelas y establece sanciones de hasta cinco años de prisión para aquellos que violen la normativa.  

La iniciativa, titulada «¡Alto a la pedofilia!», fue impulsada por el partido polaco Ley y Justicia (PiS) y ha generado una intensa discusión sobre el equilibrio entre la protección de los niños y la educación sexual.  

Objetivo de la Ley y sanciones severas  

La nueva ley, que lleva por nombre «¡Alto a la pedofilia!», tiene como objetivo principal «salvaguardar a los niños de la promoción de actividades sexuales entre menores de edad». La propuesta busca evitar la «corrupción» y «sexualización» de menores y establece penas de hasta cinco años de reclusión para aquellos que infrinjan esta normativa.  

Apoyo y oposición en el parlamento  

La ley fue aprobada en la última sesión del SEJM (Cámara de diputados polaca) antes de su renovación tras las elecciones legislativas. La votación registró 243 votos a favor provenientes de los diputados del PiS y la ultranacionalista Confederación (Konfederacja), mientras que 202 diputados de la mayoría de los grupos de la oposición Coalición Cívica (KO), la Izquierda y Coalición Polaca (KP) votaron en contra.  

Debate acerca de la educación sexual

El preámbulo del texto aprobado subraya que la nueva ley busca «proteger a niños y adolescentes contra la depravación y la desmoralización que cunden de manera alarmante a través de la llamada educación sexual». Esta ley ha avivado el debate sobre cómo equilibrar la protección de los menores con la necesidad de brindar información precisa y adecuada sobre la sexualidad en el contexto escolar.  

Antecedentes y cambio de postura  

Cabe destacar que el presidente Andrzejk Duda vetó el año pasado dos proyectos de ley similares bajo el argumento de que aún no contaban con aceptación social. Sin embargo, en esta ocasión la ley fue propuesta por una iniciativa legislativa ciudadana, un mecanismo que requiere el respaldo de al menos 100.000 ciudadanos. Además, la propuesta recibió el respaldo público de figuras prominentes del partido PiS, incluyendo al presidente del partido, Jarosław Kaczyński, a Elżbieta Witek, presidenta del Sejm, y al ministro Czarnek.