(CATOLIN).- El Arzobispo de Santo Domingo, Mons. Francisco Ozoria, dirigió la Misa en el Congreso Eucarístico Internacional en Quito, donde hizo un enérgico llamado a priorizar la Eucaristía por encima de cualquier otra actividad eclesial. Durante su homilía, destacó que la Eucaristía es el «centro y culmen» de la fe cristiana, tal como lo ha enseñado el Concilio Vaticano II.

Mons. Ozoria subrayó que Jesucristo, presente en la Eucaristía, debe ocupar el lugar central en la vida de la Iglesia y en todo trabajo pastoral. Advirtió sobre el riesgo de dar mayor relevancia a actividades sociales o pastorales que a la celebración de la Eucaristía, lo que podría enviar un mensaje erróneo a los fieles.

El prelado ilustró este punto con un ejemplo concreto, señalando que en ocasiones, algunos sacerdotes pueden interrumpir la celebración de la Misa para atender compromisos inesperados, delegando la celebración en diáconos o ministros. En este contexto, Mons. Ozoria explicó que tales acciones pueden enseñar a los laicos, no con palabras, sino con hechos, que otras actividades son más importantes que la Eucaristía.

En su exhortación, llamó a la Iglesia a un cambio de enfoque: «Con nuestra vida, nuestro comportamiento, nuestra manera de proceder, tenemos que enseñar que la Eucaristía es el centro de nuestra vida». Finalmente, concluyó que, sin Cristo presente en la Eucaristía, cualquier acción pastoral o social carece de significado, afirmando que «toda actividad es vacía» si no está anclada en la celebración eucarística.

Este llamado a la centralidad de la Eucaristía resuena como una reafirmación del compromiso de la Iglesia de mantener la Misa como el acto más relevante en su vida litúrgica y comunitaria.