(CATOLIN).- Mons. Robert Barron, obispo de Winona-Rochester en Minnesota, ha lanzado una contundente advertencia a los católicos sobre la película Conclave, a la que calificó de «anticatólica» y «woke». La película, que explora un cónclave ficticio en el que se elige un papa intersexual, presenta una trama que Barron considera una distorsión de las enseñanzas de la Iglesia Católica, cargada de elementos contrarios a la doctrina.

En una publicación en X (anteriormente Twitter), Mons. Barron comentó que la película “cumple con cada requisito de la ideología woke”, afirmando que parece estar escrita desde una perspectiva crítica de la Iglesia, y hasta comparó su guion con las ideas del consejo editorial del New York Times. Según Barron, Conclave representa a la jerarquía eclesiástica como «un hervidero de ambición, corrupción y egoísmo”, con personajes conservadores caricaturizados como “xenófobos extremistas” y liberales como “conspiradores arrogantes”.

La película, dirigida por Edward Berger y basada en la novela homónima de Robert Harris de 2016, llegó a los cines estadounidenses el 25 de octubre. La historia muestra tensiones ideológicas entre cardenales católicos y la elección de un papa que rompe con el modelo tradicional: un cardenal intersexual que toma el nombre papal de Inocencio. Para Mons. Barron, esta representación busca imponer valores de diversidad e inclusión en un contexto que choca frontalmente con las enseñanzas de la Iglesia. “Dado que cumple prácticamente con cada requisito de la ideología woke, estoy seguro de que ganará un montón de premios, pero mi consejo es que huyan de ella lo más rápido posible”, advirtió Barron.

La controversia también ha sido comentada por la Liga Católica para los Derechos Religiosos y Civiles, que señaló que Conclave tiene «impresionantes secuencias cinematográficas» y un elenco talentoso, pero criticó la «fealdad subyacente del proyecto», sugiriendo que es una «pieza de propaganda anticatólica». Además, advirtieron que Robert Harris, autor de la novela original, no es católico ni religioso, lo cual influye en su visión de la Iglesia.

El Padre Carter Griffin, rector del Seminario San Juan Pablo II en Washington D.C., también cuestionó la elección de un papa intersexual en la trama. Según él, una «identidad sexual estable» es esencial para la formación y ordenación sacerdotal, en línea con la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis de San Juan Pablo II, que reserva el sacerdocio para los hombres biológicos. Griffin reafirmó que la creación individual como hombre o mujer es fundamental en la identidad de cada persona y no depende de “sentimientos subjetivos o elecciones”.

Edward Berger, director de la película, respondió a estas críticas afirmando que Conclave busca mostrar a los personajes de manera «humana» y no pretende ser un ataque a la Iglesia Católica. Berger expresó que valora la controversia, considerándola una oportunidad para el diálogo y la reflexión.