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La doble medida de algunos obispos españoles

– . Desde silencios cómplices hasta intervenciones enérgicas, la inconsistencia en su actuar ha generado debate y críticas sobre la coherencia y la valentía de estos líderes religiosos.

La doble medida de algunos obispos espanoles

Asamblea Plenaria del Episcopado Español

(CATOLIN).- En los últimos meses, la actuación de ciertos obispos españoles ha puesto de manifiesto una dualidad sorprendente en su forma de abordar situaciones polémicas dentro de la Iglesia Católica, así lo analiza infovaticana. Desde silencios cómplices hasta intervenciones enérgicas, la inconsistencia en su actuar ha generado debate y críticas sobre la coherencia y la valentía de estos líderes religiosos.

En primer lugar, cabe destacar el caso de la archidiócesis de Toledo, dirigida por monseñor Francisco Cerro Chaves, quien rápidamente amenazó con represalias a varios sacerdotes que participaban en el programa «La Sacristía de la Vendée». Estas amenazas, que surtieron efecto al paralizar la emisión del programa, fueron criticadas por su aparente falta de tolerancia hacia la diversidad de opiniones dentro del clero.

Además, en una polémica anterior, la archidiócesis de Toledo actuó con celeridad para amonestar a otros sacerdotes durante una campaña de recogida de firmas para retirar «Fiducia supplicans», evidenciando una actitud selectiva en la aplicación de medidas disciplinarias.

El caso del cardenal Cobo, arzobispo de Madrid, también es paradigmático. En respuesta a la mencionada campaña de recogida de firmas, el cardenal adoptó una postura contundente al amonestar seriamente a sacerdotes madrileños involucrados, argumentando que «un sacerdote no puede formar parte de un foro civil y público en el que se insulte al Papa». Sin embargo, en una situación reciente en la que un sacerdote abogaba por un Papa homosexual o mujer, el cardenal optó por el silencio, generando dudas sobre la coherencia de sus acciones.

El caso del sacerdote Javier Baeza, de la archidiócesis de Madrid, es un ejemplo claro de esta doble vara de medir. A pesar de sus declaraciones controvertidas, donde propuso que el próximo Papa fuese gay o mujer, no se han tomado medidas disciplinarias en su contra, lo que contrasta con la actuación del cardenal Cobo en otros casos similares.

Otro aspecto a destacar son los silencios episcopales frente a situaciones polémicas. Desde la organización de un curso de «cristología feminista» en una parroquia de Vigo, que la diócesis de Tui-Vigo prefirió no comentar, hasta las declaraciones despectivas de la monja Sor Lucía Caram hacia algunos sacerdotes en la diócesis de Vic, que aún no han recibido respuesta oficial.

Incluso el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, evitó responder preguntas sobre posturas contrarias a la antropología cristiana propagadas propaga el padre Damián generando más interrogantes sobre la coherencia de la institución.

Estos ejemplos evidencian una inconsistencia en la actuación de los obispos españoles, quienes enfrentan críticas por su falta de claridad, coherencia y valentía en la defensa de los principios de la Iglesia. Queda por ver si el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, podrá cambiar esta tendencia y promover una actuación más transparente y equitativa dentro del episcopado español.



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