(CATOLIN).- La tensión entre la comunidad católica y las autoridades chinas se intensifica en el inicio de 2024, con el arresto del obispo de Wenzhou, Mons. Peter Shao Zhumin, en la provincia de Zhejiang. Mons. Shao, de 61 años, no es reconocido por el gobierno chino y ha enfrentado arrestos periódicos que buscan impedirle ejercer su ministerio en la comunidad católica local.

El último arresto tuvo lugar la noche del 2 de enero, cuando las fuerzas de seguridad detuvieron al obispo y le ordenaron llevar consigo ropa para todas las estaciones, sugiriendo la posibilidad de un prolongado período de detención. La falta de información sobre su paradero ha generado preocupación entre los fieles, quienes temen por su bienestar.

Mons. Shao, ordenado obispo coadjutor con mandato papal en 2011, se ha negado a unirse a los organismos «oficiales» impuestos por el gobierno chino a los católicos. A pesar de su posición reconocida por la Iglesia Católica, las autoridades consideran la diócesis «vacante» y han confiado su gobierno a un sacerdote afiliado a la Asociación Patriótica, el padre Ma Xianshi.

La detención reciente se vincula a una carta que Mons. Shao escribió al Padre Ma el 31 de diciembre, expresando su descontento por decisiones tomadas en la diócesis sin respetar su autoridad canónica. Entre estas decisiones se encuentran la redistribución de parroquias, traslados de sacerdotes y cambios en la estructura eclesiástica sin su aprobación.

La carta provocó una fuerte reacción de los organismos eclesiales «oficiales» de Wenzhou y habría sido la causa directa de su arresto. Los fieles, conocidos por movilizarse en oración en situaciones similares, están pidiendo al Señor que Mons. Shao sea liberado y pueda regresar a su comunidad lo antes posible.