Hoy celebramos a San Cristóbal Magallanes y mártires cristeros: “¡Viva Cristo Rey!”
– Cada 21 de mayo, la Iglesia Católica honra a San Cristóbal Magallanes y a sus 24 compañeros mártires mexicanos, quienes entregaron su vida por Cristo en medio de la persecución religiosa que azotó México en los años 20.

San Cristóbal Magallanes
(CATOLIN). – Hoy la Iglesia recuerda con gratitud y admiración a San Cristóbal Magallanes Jara y a sus compañeros mártires, quienes fueron ejecutados por profesar y defender la fe católica durante la persecución impulsada por el gobierno de Plutarco Elías Calles, bajo la llamada “Ley de Tolerancia de Cultos”, que en realidad restringía severamente el culto católico.
Este periodo de represión desembocó en la Guerra Cristera (1926–1929), donde miles de fieles —sacerdotes y laicos— fueron perseguidos, encarcelados y asesinados simplemente por vivir su fe. San Cristóbal Magallanes es uno de los rostros más conocidos de este grupo de mártires.
Un pastor entre su pueblo
Nacido en Totatiche, Jalisco, en 1869, en una familia humilde, Cristóbal Magallanes trabajó en el campo hasta los 19 años antes de ingresar al seminario de Guadalajara. Fue ordenado sacerdote en 1899 y se destacó por su celo pastoral: fundó escuelas, centros de catequesis, un orfanato y fue párroco de su pueblo natal por 17 años.
El 21 de mayo de 1927, mientras se dirigía a celebrar una fiesta en honor a Santa Rita, fue arrestado junto con su vicario, el P. Agustín Caloca, tras una balacera entre cristeros y fuerzas del gobierno. Aunque no participaron en el conflicto, fueron falsamente acusados de conspiración y llevados al palacio municipal de Colotlán, Jalisco. Cuatro días después, el 25 de mayo, ambos fueron fusilados por el simple hecho de ser sacerdotes.
Antes de morir, San Cristóbal pronunció palabras que hoy resuenan con fuerza profética:
“Soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos.”
También consoló a su compañero, el joven P. Caloca, diciéndole:
“Tranquilízate hijo, solo un momento y estaremos en el cielo.”
Ambos se dieron la absolución mutuamente antes de caer abatidos. El P. Caloca alcanzó a gritar:
“Por Dios vivimos y por Él morimos.”
Un legado de fe y valentía
En el año 2000, el Papa San Juan Pablo II canonizó a San Cristóbal y a sus 24 compañeros mártires —21 sacerdotes y 3 laicos— como testigos heroicos de la fe católica en México. Algunos de los más conocidos son:
- San José María Robles
- San Toribio Romo González
- San Mateo Correa Magallanes
- San Manuel Morales, laico
- San Pedro Esqueda Ramírez
- San Jenaro Sánchez Delgadillo, entre otros.
La historia de estos mártires ha sido llevada al cine en la película Cristiada (2012), que recoge parte del drama y valentía de quienes defendieron su fe en una época marcada por el odio religioso.
Hoy, San Cristóbal Magallanes y sus compañeros son modelo de fidelidad y valor, y su intercesión sigue viva en la Iglesia que los venera con el grito que marcó su testimonio:
¡Viva Cristo Rey!

CEO de CATOLIN, Lic. en comunicación por la Universidad Anáhuac Veracruz Campus Xalapa, Mtro. en Mercadotecnia por la Universidad de Xalapa, Fotógrafo y rapero católico.