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Padre Uriel González celebra su Canta Misa

– El recién ordenado dijo sentirse dichoso de tener a muchas personas sosteniendo su vocación con la oración.

Padre Uriel González Rosado y Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong

Mons. Jorge Carlos Patrón Wong y el Padre Uriel. Foto por: Rolando Tobit Bonilla de CATOLIN

(CATOLIN).- El recién ordenado Padre Uriel González Rosado celebra su Cantamisa en su comunidad de origen, Cerro Gordo, Veracruz, el pasado miércoles 18 de enero.

El Padre Uriel fue ordenado presbítero el pasado 12 de enero junto con otros diez ahora sacerdotes en el auditorio Miguel Sainz, por el Arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong.

En la celebración estuvieron presentes: El Presbítero de Tlaltetela, Veracruz, quien brindó su servicio diaconal durante aproximadamente 6 meses; el Padre Miguel Ángel Riso, Párroco de San Francisco de Asís de Actopan y sus compañeros Sacerdotes recién ordenados.

La homilía estuvo a cargo del Padre German Martínez Mavil, Párroco de Santa María de Guadalupe en Rinconada del municipio Emiliano Zapata, Veracruz.

En sus palabras recordó al recién ordenado lo que Santa Catalina de Siena dijo sobre el lugar que debe tener el corazón de un sacerdote: “Nos invita a orar por la fe que debe tener un sacerdote que debe ser cada vez más grande, en eso debes destacar y metértelo en la mente y en el alma. La fe de un sacerdote por más humilde que sea; refundido en la sierra, en el último de los lugares o en la catedral de más renombre del mundo entero, es Cristo en la tierra”.

Respecto a la importancia de la fe, el Padre Mavil le dijo: “Sin la fe mucho menos podríamos acercarnos al altar de la mesa para adorar a Jesucristo nuestro Señor, esa es la parte suprema de la fe, cuando tú te hincas ante una Hostia Consagrada, pequeña y diminuta como es, pero grande e infinita en lo que contiene”.

Continuando con su homilía, el Padre realizó una analogía entre el testimonio y las abejas: “A partir de hoy eres un testimonio, y la gente te contemplara a ti como un panal que jala a las colmenas hacia la miel suprema: eso es un sacerdote”.

Y cuestionó “¿A dónde acude el pueblo o una persona que sufre? al corazón, a la persona de un sacerdote; eso, con el correr de los días lo iras comprobado, de personas que quizá tu podrás pensar son como el roble o el acero por la apariencia que dan, pero tan débiles como un papel, y te tocará verlos llorar sin juzgarlos porque son hijos de Dios”.

Finalmente, se le recodó al Padre Uriel que sus fuerzas son Cristo y le agradecieron por su “Sí” al Señor: “Te quiero dar las gracias de manera muy especial por decirle que ‘sí ‘ a Dios nuestro Señor, porque pudiste a ver dicho que no”.

En entrevista para CATOLIN el Padre Uriel compartió su experiencia el consagrar por primera vez: “Al momento de consagrar en la primera Eucaristía que estaba presidiendo, me sentí invadido por la gratitud en que Dios Hijo se estaba entregando a su pueblo por medio de mí, pero al llegar a la palabra ‘Esto es mi cuerpo’ tomaba la conciencia que en el momento de la celebración soy yo el que me estoy entregando: verdaderamente es mi cuerpo y es mi sangre”.

“La nostalgia me invadió cuando pude alimentar al pueblo de Dios con el alimento que promete dar la salvación, las personas que me acompañaron son personas que quiero y aprecio, al darles la comunión las estoy queriendo tanto, que les estoy preparando para la vida eterna. Y es que cuando uno ama, quiere lo mejor para la persona a la que se está amando”, agregó.
“Por eso no hay momento más excelso para el sacerdote, que a alimentar a su gente haciendo presente al Señor”, finalizo el recién ordenado.

Al darles la comunión las estoy queriendo tanto, que les estoy preparando para la vida eterna. Y es que cuando uno ama, quiere lo mejor para la persona a la que se está amando.
Padre Uriel González Rosado y Monseñor Jorge Carlos Patrón WongPadre Uriel González
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Al término de la Misa, el Padre Uriel le agradeció a su familia por todo el apoyo recibido y a su comunidad de la cual externó sentirse dichosos de que tantas personas sostengan su vocación con la oración.

Finalmente, en el diálogo con la FeQueInforma el Padre Uriel dijo sentirse maravillado al contemplar la presencia del Reino de Dios en las vidas de las personas, así como la necesidad que tiene la gente de ser acompañada por un pastor y que estos últimos “anhelen ser buenos pastores según el corazón de Jesús”.

Felicidades al Padre Uriel, oramos por su vocación.

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