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Fallece Gustavo Gutiérrez, figura controvertida de la Teología de la Liberación

– Su teología fue usada para justificar acciones que iban más allá del ámbito religioso, involucrando a la Iglesia en luchas ideológicas que distorsionaron su misión esencial: la salvación de las almas.

Fallece Gustavo Gutierrez figura controvertida de la Teologia de la Liberacion

Gustavo Gutiérrez, sacerdote peruano y teólogo

(CATOLIN).-Gustavo Gutiérrez, sacerdote peruano y teólogo conocido como uno de los padres de la Teología de la Liberación, falleció a los 96 años. Su vida y obra han dejado una profunda huella en la Iglesia Católica, aunque no exenta de controversias. Su enfoque teológico y su compromiso con los más pobres han sido objeto de elogios, pero también de críticas por parte de la jerarquía eclesial, especialmente debido a la asociación de su teología con ideas de corte marxista.

Nacido en Lima en 1928 y ordenado sacerdote en 1959, Gutiérrez alcanzó notoriedad en 1971 al publicar su obra más influyente, Teología de la liberación. En este libro, Gutiérrez propuso que la fe cristiana debe involucrarse activamente en la lucha por la justicia social, haciendo especial énfasis en la «opción preferencial por los pobres». Esta postura defendía que el Evangelio debía interpretarse y vivirse desde el contexto de las personas más marginadas, y que la Iglesia debía ser un agente de cambio social.

Además de Teología de la liberación, escribió otros textos importantes, como Beber en su propio pozo y Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente, que reforzaron su visión de una teología encarnada en la realidad de los más desfavorecidos.

Críticas del Vaticano y tensiones doctrinales

Sin embargo, la Teología de la Liberación no estuvo exenta de polémicas. En 1984, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo el liderazgo del cardenal Joseph Ratzinger, emitió la Instrucción Libertatis Nuntius, en la que se advertía sobre las desviaciones y riesgos que suponía el uso de conceptos marxistas en algunas formas de esta teología. La Santa Sede criticó enérgicamente la interpretación de la lucha de clases y el materialismo histórico como parte de la praxis teológica, advirtiendo que este enfoque distorsionaba la doctrina cristiana.

El documento subrayaba que, aunque la justicia social era un imperativo moral, el análisis marxista de la realidad y la radicalización de la lucha contra los opresores desfiguraban la misión de la Iglesia. Esta postura generó un fuerte debate dentro de la Iglesia, especialmente en América Latina, donde algunos sectores veían en la Teología de la Liberación una forma legítima de encarnar el mensaje del Evangelio, mientras que otros consideraban que se desviaba del camino espiritual y doctrinal correcto.

Los errores de la Teología de la Liberación pueden sintetizarse así

texto tomado de Infocatolica:

1) el error radical está en el mismo «principio hermenéutico» con el que se pretende interpretar el Evangelio para sacar de ahí una praxis: ese principio es el materialismo histórico, que niega la prioridad del ser sobre el hacer, y por tanto, de la verdad y el bien de la acción humana. Este principio es totalmente falso y no es demostrado ni demostrable;

2) la lucha de clases no sólo es un error porque sea contrario a la caridad (puede haber una guerra justa, existe la legítima defensa, etc.), sino que es un error sobre todo porque se le concibe como algo necesario, ineludible y constitutivo de la historia negando la libertad de la persona y su capacidad para dirigir la historia mediante esa libertad y contando con la Providencia Divina;

3) además de negar verdades fundamentales (sobre Cristo, la Iglesia, los Sacramentos, etc.), en la práctica, conduce a someter a la Iglesia a una dirección política determinada, no sólo ajena a su misión sobrenatural, sino que desemboca en una situación humana deplorable, como en el socialismo real, en el que la persona no cuenta ni se le reconoce su dignidad de hijo de Dios.



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