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El Papa Francisco invita a entrar en lo secreto y volver a Dios en Cuaresma

– Bajo el lema “Entra en lo secreto”, el Papa recordó la invitación de Jesús a cada uno de nosotros al inicio de la Cuaresma.

El Papa Francisco invita a entrar en lo secreto y volver a Dios en Cuaresma

El Papa en la Misa del Miércoles de Ceniza

(CATOLIN).- En la Basílica de Santa Sabina, el Papa Francisco presidió la tradicional celebración eucarística del Miércoles de Ceniza, marcando el inicio del tiempo litúrgico de Cuaresma. Durante su homilía, el Pontífice hizo una profunda reflexión sobre el significado de este período de penitencia y conversión.

Bajo el lema “Entra en lo secreto”, el Papa recordó la invitación de Jesús a cada uno de nosotros al inicio de la Cuaresma. Instó a los fieles a dirigirse al corazón, siguiendo el ejemplo del profeta Joel, para que todo lo vivido, incluida la relación con Dios, no se quede en la superficie, sino que nazca desde dentro y se corresponda con los movimientos del corazón.

El Papa Francisco expresó: «Entrar en lo secreto significa volver al corazón, como exhorta el profeta Joel. Se trata de un viaje desde el exterior al interior, para que todo lo que vivamos, incluso nuestra relación con Dios, no se reduzca a la exterioridad, a un marco sin pintura, a un revestimiento del alma, sino que nazca desde dentro y se corresponda con los movimientos del corazón».

El Santo Padre destacó que la Cuaresma nos sumerge en un proceso de purificación y despojamiento, donde volvemos a nuestro verdadero ser y lo presentamos tal como es, desnudo y despojado, ante Dios. Es un llamado a mirarnos por dentro y tomar conciencia de nuestra verdadera identidad.

En este contexto, el Papa Francisco añadió: «La Cuaresma nos sumerge entonces en un baño de purificación y de despojamiento. Volver al corazón significa volver a nuestro verdadero yo y presentarlo tal como es, desnudo y despojado, frente a Dios. Significa mirarnos por dentro y tomar conciencia de quiénes somos realmente… Volver al corazón, volver a la verdad”.

El Pontífice animó a los fieles a vivir la Cuaresma como un tiempo de renovación espiritual, donde la limosna, la oración y el ayuno no sean meras prácticas externas, sino caminos que nos reconduzcan al corazón y a lo esencial de la vida cristiana. Destacó la importancia de la oración silenciosa de adoración, donde permanecemos en la presencia del Señor escuchando su voz.

En un llamado a la humildad y la sinceridad, el Papa Francisco alentó a los fieles a quitarse los revestimientos mundanos y volver al corazón, reconociendo su condición de polvo amado por Dios. Concluyó su prédica recordando la figura de san Francisco, quien después de despojarse por completo, abrazó con todas sus fuerzas al Padre celestial.



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