(CATOLIN).- El Papa Francisco ha emitido un Motu Proprio titulado «Ad theologiam promovendam» en el que presenta una serie de reformas a los estatutos de la Pontificia Academia de Teología. Estas reformas, anunciadas el 1 de noviembre, buscan que la academia se adapte a las profundas transformaciones culturales y filosóficas del mundo actual.

En el primer punto de la reforma, el Papa Francisco destaca la importancia de no limitar la teología a la mera repetición de fórmulas y esquemas del pasado. En cambio, insta a la academia a considerar las transformaciones culturales contemporáneas y a comparar la teología con los cambios profundos que caracterizan la época actual.

La Pontificia Academia de Teología, fundada en 1718 por Clemente XI, ha sido históricamente responsable de la formación de teólogos y la exploración de la relación entre fe y razón. Sin embargo, el Papa Francisco sostiene que es necesario expandir el enfoque de la academia y poner la teología al servicio tanto de la Iglesia como del mundo en general.

El Papa argumenta que la teología debe adaptarse a las condiciones de la vida cotidiana en diversos contextos geográficos, sociales y culturales. También enfatiza la importancia de evitar el «autoreferencialismo» entre los teólogos, ya que este tipo de enfoque puede llevar al aislamiento y la falta de relevancia.

En cambio, el Papa insta a los teólogos a establecer relaciones interdisciplinarias con otras áreas de conocimiento y a abordar la figura de Jesús con nuevos lenguajes, originalidad y una conciencia crítica. Esta renovación de la teología implica un diálogo «transdisciplinario» con otros saberes científicos, filosóficos, humanistas y artísticos, así como con creyentes y no creyentes de diversas confesiones religiosas y creencias.

Las reformas buscan adaptar la teología a los desafíos y dinámicas del mundo actual, promoviendo un enfoque más inclusivo y receptivo a las transformaciones culturales y filosóficas en curso.