(CATOLIN). – La sorpresiva elección del nombre León XIV por parte del nuevo Pontífice ha sido interpretada como una clara señal de continuidad con la gran aportación social de León XIII (papa entre 1878 y 1903). Según Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, no se trata de un guiño neutro, sino de una evocación directa de la encíclica Rerum Novarum (1891), considerada el acta fundacional de la doctrina social moderna de la Iglesia.

“La elección del nombre León XIV es una referencia clara a la moderna doctrina social de la Iglesia comenzada con la Rerum Novarum de León XIII”, aseguró Bruni ante los periodistas acreditados en el Vaticano.

I. Un gesto con raíces en la Rerum Novarum

Con la publicación de Rerum Novarum el 15 de mayo de 1891, León XIII sentó las bases de la doctrina social católica y brindó respuestas sólidas a los problemas de los trabajadores que surgían en plena Revolución Industrial. En aquel documento, el Papa del siglo XIX defendió el derecho a un salario justo, la dignidad del trabajo y la función del Estado para garantizar el bien común.

“Fue un documento tan importante que todos sus sucesores, cuando han escrito sobre cuestiones del trabajo y la economía, se han referido a él”, recuerda el profesor Roberto Regoli, catedrático de Historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana.

El eco de aquella encíclica se prolongó en Quadragesimo Anno (1931) —publicada cuarenta años después— y en Centesimus Annus (1991), de Juan Pablo II, señalando la perdurabilidad de las enseñanzas sociales de León XIII.

II. La visión tomista y el contrapeso a las ideologías de su tiempo

León XIII no se limitó a un solo gran documento social. Desde el inicio de su pontificado, impulsó el redescubrimiento de Santo Tomás de Aquino y promovió el tomismo en los planes de estudio de las instituciones católicas worldwide. Según Regoli, el Pontífice consideraba que “en Santo Tomás estaban las respuestas estructurales y sistémicas para contrarrestar tanto el liberalismo como el socialismo” imperantes en el siglo XIX.

Además, fue autor de una decena de encíclicas marianas sobre el Rosario y compuso la célebre Oración a San Miguel Arcángel, mostrando un perfil pastoral y devocional tan férreo como su labor intelectual.

III. Experiencia diplomática y atención a los obreros

Antes de ser Obispo de Roma, León XIII contaba con una amplia trayectoria en la administración del antiguo Estado Pontificio y en el servicio diplomático: fue delegado pontificio y nuncio en Bélgica, donde abrazó de cerca las penurias de la recién surgida clase obrera. “No había garantías en el trabajo, ni en la enfermedad, ni frente a los accidentes laborales”, explica el profesor Regoli, subrayando el origen de su sensibilidad social.

Ese bagaje hizo de él “un hombre con muchas experiencias administrativas, diplomáticas y pastorales”, capaz de articular respuestas eclesiales a la emergencia social de su tiempo.

IV. León XIV y los desafíos de la era digital

El portavoz vaticano vincula el gesto de elegir “León XIV” con los desafíos contemporáneos: la inteligencia artificial, la precariedad laboral y las nuevas formas de desigualdad. “Hace referencia a las mujeres, a los hombres, a su trabajo y a los trabajadores en un tiempo de inteligencia artificial”, señaló Bruni, recuperando el llamado de su antecesor, el Papa Francisco, a una “algorética” que ponga la dignidad humana por encima de la mera innovación tecnológica.

De este modo, el nuevo Pontífice asume el timón de una Iglesia llamada a ser “ciudad sobre el monte” y “faro que ilumina las noches del mundo”, no por sus estructuras, sino por la santidad de sus miembros y su compromiso social.