(CATOLIN).- Dos sacerdotes más fueron arrestados en Nicaragua el pasado domingo por individuos conocidos como «paramilitares», en medio de la creciente tensión política en el país centroamericano, según reportes de medios independientes.

Los sacerdotes identificados como Iván Centeno y Julio Norori fueron sacados de sus respectivas iglesias por los mencionados civiles. El Padre Centeno prestaba servicios en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Jalapa, que pertenece a la diócesis de Nueva Segovia. Mientras tanto, el Padre Norori servía en la parroquia de San Juan del Río Coco, ubicada en Madriz, dentro de la diócesis de Estelí.

La detención de estos dos sacerdotes se suma a una serie de arrestos de líderes religiosos en Nicaragua, lo que ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, surgieron discrepancias en cuanto a la situación de un tercer sacerdote, el Padre Erick Ramírez.

Inicialmente, se informó en redes sociales que el Padre Ramírez también había sido arrestado por los paramilitares. No obstante, la página de Facebook de su parroquia, Cristo Rey Telpaneca, afirmó que el párroco «se encuentra en perfectas condiciones en la parroquia».

Un testigo presencial, citado por el sitio de noticias independiente 100% Noticias, describió la detención del Padre Norori, mencionando que «lo esperaban cuatro hombres vestidos de civil».

Estos sucesos han avivado las críticas hacia el régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, acusados de una intensa persecución contra la Iglesia católica en Nicaragua. El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, quien se encuentra en el exilio en Miami, denunció los arrestos y solicitó oraciones para Nicaragua y la Iglesia en medio de la creciente represión por parte del gobierno sandinista. La situación mantiene en alerta a la comunidad internacional, que sigue de cerca los acontecimientos en el país centroamericano.