La Santa Sede prepara documento para divorciados y vueltos a casar: esto indica un posible cambio en la doctrina de San Juan Pablo II
– Entre otras cosas declaró que: “Hoy, en el ámbito de la pastoral familiar, es más urgente que nunca la necesidad de una ministerialidad específica, de una auténtica cercanía y testimonio por parte de los esposos al servicio de las familias, para la atención pastoral de quienes atraviesan crisis y problemas de todo tipo”.
Cardenal Kevin Farrell con el Papa Francisco. Foto por: Discasterio para los laicos, la familia y la vida
Por: Ale Villegas
(CATOLIN).– El Cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, reveló la preparación de un texto sobre los divorciados que se han vuelto a casar con base a lo solicitado por el Papa Francisco, quien ha solicitado que las personas en tales circunstancias reciban la Sagrada Comunión, en contra de la enseñanza católica, durante la asamblea plenaria del dicasterio; realizada el pasado 22 de abril.
En su saludo inicial el Cardenal Farrell hizo referencia a los “desafíos” que el dicasterio había estado estudiando durante su asamblea plenaria. Tales desafíos incluyen “los desafíos de quienes experimentan crisis matrimoniales de todo tipo, lo que resulta en el consiguiente cortocircuito de la transmisión de la fe”.
Entre otras cosas declaró que: “Hoy, en el ámbito de la pastoral familiar, es más urgente que nunca la necesidad de una ministerialidad específica, de una auténtica cercanía y testimonio por parte de los esposos al servicio de las familias, para la atención pastoral de quienes atraviesan crisis y problemas de todo tipo”.
Con tal enfoque, afirmó que con el Sínodo sobre la Sinodalidad “ya estamos viendo los frutos que pueden surgir de esta reflexión, que se sitúa en el corazón del camino sinodal que involucra a la Iglesia en todos los continentes. En este frente, el dicasterio está trabajando en la preparación de un texto que se refiera específicamente, como usted deseaba, Santidad, a hombres y mujeres que, después de haber fracasado en el matrimonio, viven en nuevas uniones”.
De acuerdo al último documento que surgió del Sínodo sobre la Sinodalidad se solicitó una mayor “inclusión” para los “descuidados y excluidos”. Entre quienes “sienten una tensión entre la pertenencia a la Iglesia y la experiencia de sus propias relaciones afectivas”, el documento comprende: divorciados “re-casados”, los padres solteros, personas en “matrimonios” polígamos, y “personas LGBTQ”, etc.
“Todos en necesidad de una Iglesia más acogedora”, cita el documento.
Enfatizó que muchos documentos sinodales anteriores habían escrito sobre “el dolor de no poder acceder a los sacramentos que experimentan los divorciados vueltos a casar y los que han contraído matrimonios polígamos. No hay unanimidad sobre cómo hacer frente a estas situaciones”.
Hasta el momento, se desconocen más detalles sobre el contenido, así como la fecha de publicación del documento.
Divorciados y ‘re-casados’
El tema de los divorciados vueltos a casar ha destacado en el pontificado del Papa Francisco, especialmente en la nota al pie 351 del Capítulo 8 de Amoris Laetitia.
En las líneas de la nota al pie, el Papa Francisco abrió la puerta para permitir el acceso a la Sagrada Comunión a los divorciados y “re-casados”.
El capítulo presenta una “integración” más profunda de aquellos en “uniones irregulares” en la vida de la Iglesia. En la nota al pie, afirmó que esta “integración” puede, “en ciertos casos”, implicar la admisión a los sacramentos, incluida la Eucaristía. Sobre de ello se lee: “En ciertos casos, esto puede incluir la ayuda de los sacramentos… También quisiera señalar que la Eucaristía ‘no es un premio para los perfectos, sino una poderosa medicina y alimento para los débiles’”.
Pese a la consternación causada el texto fue defendido por el Papa Francisco en una entrevista en la que se le cuestionó si Amoris Laetitia contenía un “cambio en la disciplina que rige el acceso a los sacramentos” para los católicos divorciados y “recasados”, a lo que él contestó: “Puedo decir que sí, punto”. Sin embargo, agregando que esta sería una respuesta “demasiado pequeña”, instó a leer la presentación del cardenal Christoph Schönborn , llamando al heterodoxo Schönborn un “gran teólogo que conoce la doctrina de la Iglesia. En esa presentación su pregunta tendrá la respuesta”, dijo.
Más tarde el Santo Padre, dijo a los obispos en Buenos Aires que no había “otra” interpretación de Amoris Laetitia que permitir que los divorciados y “recasados” recibieran la Sagrada Comunión.
Al respecto, un grupo de eruditos católicos envió una carta a todos los cardenales y patriarcas, advirtiendo que Amoris Laetitia contenía “peligros para la fe”.
El prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha sido un firme defensor y promotor de Amoris Laetitia por permanecer “fiel a la doctrina y a las enseñanzas de la Iglesia”.
“Creo firmemente que [ Amoris Laetitia ] es la enseñanza de la Iglesia. Este es un documento pastoral que nos dice cómo debemos proceder. Creo que debemos tomarlo como es”, dijo.
El Cardenal Farrell agregó que no estaba necesariamente diciendo que los divorciados y “recasados” deberían recibir la Comunión de facto, sino que “es un proceso de discernimiento y de conciencia” y un “viaje”. “El sacerdote, el párroco necesita acompañar a las personas en situaciones difíciles”, agregó.
Al respecto, retomando la Familiaris Consortio del Papa San Juan Pablo II, se defiende la enseñanza de la Iglesia Católica de que los divorciados vueltos a casar cuyas uniones anteriores la Iglesia no ha declarado nulas, no pueden recibir la Sagrada Comunión. Sobre de ello se lee: “[La] Iglesia reafirma su práctica, que se basa en la Sagrada Escritura, de no admitir a la Comunión Eucarística a los divorciados que se han vuelto a casar. No pueden ser admitidos en ella por el hecho de que su estado y condición de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia que se significa y se realiza en la Eucaristía. Además de esto, hay otra razón pastoral especial: si estas personas fueran admitidas a la Eucaristía, los fieles serían inducidos a error y confusión en cuanto a la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio”.
Ale Villegas es jefa de redacción en CATOLIN, Licenciada en Derecho por la Universidad Veracruzana (UV) y en Geografía por la Universidad Veracruzana.