(CATOLIN).- Proyectaron en Xalapa la película española «Madre no hay más que una» el pasado 8 de marzo en dos salas de Cinetix. El documental, que busca dar visibilidad a la belleza de la maternidad bien entendida en un mundo que es anti-niños y anti-natalidad, logró convocar a más de 100 personas en dos salas prácticamente llenas

.»Madre no hay más que una» ha sido una iniciativa de la Fundación Gospa Arts y distribuida por European Dreams Factory.

«Cuando te sabes hija de Cristo, tomas con calma todo lo que venga, porque sabes que Cristo estará contigo en todas las circunstancias», declaró Georgina Herrera, responsable de haber traído la cinta a la ciudad.

Por su parte, el Padre Anselmo, quien estuvo presente en la sala y al término de la cinta impartió la bendición a los presentes, expresó: «La película es una forma muy oportuna para transmitir lo que una mujer puede vivir y poder entender un poco mejor lo que es la maternidad y todo lo que implica… Es una película excelente».

La película será proyectada en el Puerto de Veracruz el próximo jueves 21 de marzo en el Auditorio de la UCC a las 19:00 hrs.

MADRE NO HAY MÁS QUE UNA

De acuerdo con lo explicado por su director, Jesús García, a ACI Prensa, tiene como objetivo “dar visibilidad a la belleza de la maternidad bien entendida en un mundo que es anti niños y anti natalidad”.

En ella, seis mujeres: Blanca, Beatriz, Isabel, Ana, María y Olatz, las protagonistas del documental, que han apostado por la maternidad narran su vida a través de esta experiencia de ser madres y sentirse al mismo tiempo hijas de la Virgen María: “no desde la teología, porque la teología sólo la entienden los teólogos, pero sí desde la maternidad, que las mejores maestras son madres”.

Para Jesús García, el proceso de selección de las protagonistas no fue muy complicado, pues entre ellas se encuentra su esposa y el resto son amigas.

A pesar de ello, existe un motivo más profundo para que hayan formado parte de la película, sus historias “son reales y auténticas y muy diferentes al común de los mortales”, lo que las hace “extraordinarias”. Unas tuvieron dificultades para quedar embarazadas. Otras, gestaciones complicadas o problemas en el trabajo por su maternidad. Algunas no llegaron a ver nacer a sus hijos.

En el documental hay un bloque importante a retratar la realidad del embarazo y la maternidad, algo que el director estimó necesario porque considera que, aunque pueda parecer evidente, no lo es: “Dar por obvio esto es dar demasiadas cosas por supuestas”, en especial en un momento en el que “hay menos nacimientos que nunca”.

“Me parecía de una belleza asombrosa poder filmar un nacimiento y que la gente lo vea sin ningún tipo de pudor y con mucha naturalidad” —añade—, frente a la multitud de veces que se muestran muertes en los medios.

“Un nacimiento es la antítesis de una muerte”, subraya.

La película pretende trasladar al público la maternidad de María, que es igual para hombres y mujeres. Sin embargo, los hombres no están presentes en el film. El director explica que eligió dar protagonismo a las madres porque “los padres no somos madres”.

Así, los varones sólo aparecen de forma velada, aunque no casual, pues el relato sobre la maternidad y el parto está precedido de una secuencia marco en la que se subraya que la procreación debe ser una consecuencia del compromiso matrimonial entre un hombre y una mujer.

 “Yo no sé en qué momento hemos llegado al punto de tener que explicar estas obviedades, pero es cierto que hemos tenido que llegar. Basta con salir un poquito de la parroquia, de la comunidad y del movimiento para darse cuenta de que el mundo en el que vivimos no tiene por obvias las cosas que los católicos tenemos por obvias”, concluyó García.