Papa León XIV ordena rito de reparación tras nueva profanación en la Basílica de San Pedro
– Es la tercera profanación en menos de tres años. El Pontífice intervino directamente ante la pasividad del cardenal Mauro Gambetti y pidió que el acto penitencial se realice sin más demoras.

Imagén referencial
Por: CATOLIN
(CATOLIN).– La Basílica de San Pedro, corazón de la cristiandad, fue escenario el pasado 10 de octubre de un nuevo acto de profanación. Durante la misa celebrada en el altar de la Confesión, un hombre se desnudó y orinó sobre el altar ante cientos de visitantes. Las imágenes del sacrilegio, difundidas rápidamente por redes sociales, provocaron indignación mundial y reavivaron la preocupación por la seguridad en el templo.
Se trata del tercer episodio de este tipo en menos de tres años. El 1 de junio de 2023, un hombre de 30 años se subió desnudo al altar mayor con un mensaje en su espalda; en febrero de 2025, otro individuo destruyó seis candelabros y dañó gravemente la estructura. En ninguno de los casos anteriores se aplicaron medidas de seguridad efectivas que impidieran el acceso al altar.
La custodia de la Basílica Vaticana recae en el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de San Pedro y vicario general del Papa para la Ciudad del Vaticano. La reiteración de profanaciones ha aumentado el malestar hacia su gestión. Especialmente ahora, cuando —según medios italianos— Gambetti habría decidido no realizar inicialmente ningún rito de reparación tras este último incidente.
Ante esta actitud, el Papa León XIV intervino directamente. De acuerdo con el medio Silere non possum, el Pontífice expresó su “asombro y amargura” al conocer los hechos y ordenó que se celebrara un rito penitencial de reparación en el primer día laborable posible, tal como establece el Ceremonial de los Obispos.
Este documento litúrgico indica en su número 1070 que una iglesia gravemente profanada «no puede ser utilizada para el culto hasta que la injuria sea reparada con un rito penitencial». Este acto solemne incluye una procesión penitencial, la aspersión con agua bendita como signo de purificación, la proclamación de la Palabra y la celebración eucarística, en la que el altar es nuevamente consagrado.
El 11 de octubre, sin embargo, no se llevó a cabo ninguna celebración, decisión atribuida a Gambetti. Solo tras la orden expresa del Papa, se dispuso la realización inmediata del rito conforme a las normas litúrgicas.
La reiteración de estos episodios ha generado un profundo debate dentro de la Iglesia sobre la seguridad y la sacralidad de los espacios litúrgicos. “La Basílica de San Pedro no es un museo ni un auditorio turístico; es el lugar más sagrado de la Iglesia”, subrayaron medios católicos críticos con la gestión actual.
Tres profanaciones en tan poco tiempo, junto con la necesidad de una intervención papal directa para garantizar la reparación litúrgica, han colocado a Gambetti en el centro de las críticas. Para muchos fieles, lo ocurrido constituye un llamado urgente a reforzar la custodia del altar mayor de la cristiandad y a recordar que, más allá de los protocolos, lo que está en juego es la fe y el respeto al lugar donde Pedro dio testimonio hasta derramar su sangre.

CEO de CATOLIN, Lic. en comunicación por la Universidad Anáhuac Veracruz Campus Xalapa, Mtro. en Mercadotecnia por la Universidad de Xalapa, Fotógrafo y rapero católico.