(CATOLIN).– Mons. Gabriel B. Barba, obispo de San Luis (Argentina), emitió un comunicado oficial en el que establece que para ejercer el ministerio extraordinario de la Comunión en su diócesis, los candidatos deberán comulgar en la mano, excluyendo así la opción de comulgar en la boca para quienes deseen desempeñar esta labor.

Esta decisión se suma a las medidas adoptadas anteriormente por la arquidiócesis de San Juan de Cuyo, donde en septiembre se anuló el derecho de los niños a recibir su primera comunión en la boca. En ambos casos, se ha señalado que estas disposiciones vulneran el derecho de los fieles a elegir la forma de recibir la Eucaristía, reconocido en la normativa litúrgica de la Iglesia.

La instrucción Redemptionis Sacramentum, en su artículo 92, establece con claridad:

«Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia. Sin embargo, póngase especial cuidado en que el comulgante consuma inmediatamente la hostia, delante del ministro, y ninguno se aleje teniendo en la mano las especies eucarísticas. Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano».

En su carta, Mons. Barba reconoce que, durante muchos años, la diócesis de San Luis —junto con San Rafael— fue una de las dos jurisdicciones eclesiásticas en Argentina donde no se permitía comulgar en la mano. Indica que esta apertura comenzó tras su llegada como obispo hace cinco años y que busca acelerar este proceso mediante “pasos pedagógicos y de acompañamiento”.

El obispo afirma en el texto:

«Una de las condiciones que les pongo para poder ejercer este Ministerio es que ustedes “prediquen con el ejemplo” a fin de convertirse en maestros pedagógicos de este modo de recibir la comunión. Es decir, al momento de “recibir la Sagrada Comunión” … ustedes deberán hacerlo en la propia mano. Esto será parte del Ministerio propio».

La decisión ha generado controversia por contraponerse a un derecho litúrgico reconocido universalmente y protegido por documentos oficiales de la Santa Sede.

El comunicado, fechado el 14 de octubre de 2025 y firmado con el número de protocolo 126/2025, lleva la rúbrica de Mons. Gabriel B. Barba, obispo de San Luis.