(CATOLIN).- En la tradición de la Iglesia Católica, cada mes del año se dedica a una devoción especial, y marzo está dedicado al gran San José, casto esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia Universal.

San José, conocido como el «santo del silencio», es venerado por su humildad y su papel como custodio de la Sagrada Familia. Aunque la Sagrada Escritura no registra ninguna palabra pronunciada por él, sus acciones, su fe y su amor han dejado un legado duradero que influyó en Jesús y en su santo matrimonio con María.

Santa Teresa de Jesús fue una de las principales promotoras de la devoción a San José. Se dice que la santa carmelita fue sanada por intercesión de San José de una enfermedad considerada incurable, y solía recomendar a otros buscar su intercesión en momentos de necesidad.

El Papa Francisco también ha expresado su devoción a San José en varias ocasiones. Incluso, eligió la Solemnidad de San José, el 19 de marzo de 2013, para iniciar su pontificado. Además, en diciembre de 2018, durante una homilía en la Casa Santa Marta, el Papa reflexionó sobre la figura de San José como un ejemplo de paternidad y misterio divino.

El Pontífice también convocó un Año de San José desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre de 2021, para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, por el cual el Beato Pío IX declaró a San José patrono de la Iglesia.

Este año especial fue establecido para que los fieles pudieran fortalecer su vida de fe siguiendo el ejemplo de San José, encontrando en él un intercesor y guía en tiempos de dificultad.

Durante este mes de marzo, los fieles católicos en todo el mundo honrarán la memoria de San José, buscando su intercesión y siguiendo su ejemplo de humildad, obediencia y amor por Dios y su familia.