(CATOLIN). – En 2025, la Iglesia católica en Polonia contará con 208 nuevos sacerdotes, de los cuales 141 serán diocesanos y 67 religiosos, según datos recopilados por KAI a partir de curias diocesanas, rectorados de seminarios y la Conferencia de Superiores Mayores de Órdenes Masculinas (KWPZM). La cifra representa un descenso de 27 ordenaciones respecto a 2024, cuando se ordenaron 235 presbíteros. En 2023 fueron 288 y hace una década, en 2013, la cifra llegó a 401.

Entre los nuevos sacerdotes diocesanos, la diócesis de Tarnów lidera con 13 ordenaciones, seguida de las archidiócesis de Varsovia (12) y Lublin (10). Cracovia, que en 2024 sumó 13 nuevos presbíteros, este año tendrá solo siete. Otras diócesis como Łódź y Ełk contarán con seis nuevos sacerdotes cada una, mientras que Gdańsk, Przemyśl, Radom y Toruń tendrán cinco ordenaciones respectivamente.

En la mayoría de las demás diócesis, el número oscila entre dos y cuatro. Las archidiócesis de Warmińska y Szczecińsko-Kamieńska tendrán dos nuevos sacerdotes cada una tras un 2024 sin ordenaciones. Sosnowiec también sumará dos nuevos presbíteros, mientras que Włocławek y Płock solo contarán con una ordenación cada una.

Cinco diócesis no recibirán ningún nuevo sacerdote este año: Wrocław, Zamość-Lubaczów, Gliwice, Pelplin y Drohiczyn. Tampoco se prevén ordenaciones entre los seminaristas greco-católicos del seminario metropolitano de Lublin.

Los institutos religiosos masculinos tampoco escapan a esta caída: ordenarán 67 nuevos sacerdotes en 2025, frente a los 83 de 2024 y los 86 de 2023. Los Misioneros Vicentinos lideran con ocho ordenaciones, seguidos de salesianos (7), cristusitas, dominicos, franciscanos (OFM y OFMConv) y paulinos, con cuatro cada uno.

«La tendencia es más bien a la baja, como se observa en el número de seminaristas», reconoce el P. Dariusz Bartocha SDB, secretario de la KWPZM. Advierte, sin embargo, que algunos de estos religiosos ordenados en Polonia ejercerán su ministerio fuera del país, al pertenecer a congregaciones internacionales.

El obispo Andrzej Przybylski, delegado de la Conferencia Episcopal Polaca para las vocaciones, admite que la caída de las vocaciones es «indiscutible» y subraya la urgencia de «acompañar a quienes están discerniendo su vocación» y fomentar una «cultura vocacional» entre los jóvenes.

Las ordenaciones sacerdotales en Polonia se celebran tradicionalmente en torno a Pentecostés, aunque algunas diócesis eligen otras fechas. Los nuevos presbíteros reciben sus primeros destinos pastorales en las diócesis donde fueron formados, salvo los del seminario misionero «Redemptoris Mater», que suelen ser enviados al extranjero.