(CATOLIN).- Varias diócesis católicas en Estados Unidos, incluida la diócesis de Lincoln, Nebraska, han implementado una normativa que prohíbe el uso de smartphones en el confesionario. Esta medida, impulsada por el obispo James Conley, responde a la creciente preocupación de que los dispositivos móviles puedan activar sus asistentes digitales sin intención, lo que representa un riesgo potencial para el sagrado secreto de confesión y la confidencialidad del sacramento.

La Iglesia Católica considera el «secreto de confesión» uno de sus principios más sagrados. Este sacramento, instituido por Jesucristo, permite a los penitentes expresar sus pecados con confianza, asegurando que nada de lo confesado sea revelado. Romper este secreto implica graves consecuencias, incluida la excomunión automática para los sacerdotes.

El Dr. David Choffnes, experto en ciberseguridad de la Universidad Northeastern, señala que, aunque es poco común, los asistentes digitales de dispositivos como Siri y Alexa pueden activarse involuntariamente, captando fragmentos de conversaciones privadas. Esta posible vulnerabilidad ha llevado a la Iglesia a prohibir los smartphones en el confesionario como medida preventiva para garantizar la privacidad total del sacramento.

El P. Caleb La Rue, canciller de la diócesis de Lincoln, expresó que la prohibición también responde a la necesidad de preservar el carácter sagrado del confesionario, promoviendo un ambiente de paz y concentración. Según La Rue, «no tendría sentido usar el móvil en el altar durante la misa; de igual modo, no es adecuado en el confesionario», resaltando que esta normativa no solo protege la confidencialidad, sino que también ayuda a los penitentes y sacerdotes a centrarse en la experiencia espiritual del sacramento.