(CATOLIN).- La investigadora y abogada Martha Patricia Molina ha denunciado que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua ha llevado a cabo el secuestro y la injusta condena a prisión de tres laicos que colaboraban con el Obispo Rolando Álvarez, quien fue deportado a Roma junto con otros sacerdotes y seminaristas el pasado 14 de enero.

Los laicos afectados son Mariví Elieth Andino Ramírez, Julio Rafael Berríos Noguera y Santos Julio Sevilla Rivera, quienes trabajan en Cáritas y fueron condenados a seis años de cárcel en diciembre. Mariví Andino fue secuestrada por la dictadura el 21 de mayo de 2023 y trasladada a cárceles en Managua, donde se reportan más de 40 mecanismos de tortura. Fue condenada sin derecho a la defensa, únicamente por su afiliación católica y su labor en Cáritas.

Marivi Elieth Andino Ramirez fue secuestrada el domingo 21 de mayo de 2023 por policías y paramilitares. Fue trasladada a Managua a las cárceles donde se practica mas de 40 mecanismos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. A la dictadura sandinista no le importó pic.twitter.com/CZb0taj1y2

— Martha Patricia M (@mpatricia_m) January 22, 2024

Julio Berríos, de 60 años, fue secuestrado el 22 de mayo de 2023 por la policía sandinista debido a su trabajo con Monseñor Rolando Álvarez y Monseñor Abelardo Mata. Trabajó en Cáritas Estelí durante 24 años y su juicio también fue a puerta cerrada y sin derecho a la defensa. Se encuentra en prisión a pesar de padecer enfermedades graves y crónicas sin acceso a atención médica adecuada.

Don Julio Rafael Berríos Noguera de 60 años de edad fue secuestrado por la policía sandinista el 22 de mayo del año 2023. Trabajó en Caritas-Estelí por 24 años. La dictadura lo secuestró por ser católico y por trabajar con monseñor Rolando Álvarez y monseñor Mata. pic.twitter.com/oDdDClfoKQ

— Martha Patricia M (@mpatricia_m) January 23, 2024

Santos Sevilla, de 55 años, fue secuestrado el 20 de mayo de 2023 a pesar de tener problemas de discapacidad. Era mensajero de Cáritas Estelí y miembro del coro de la parroquia San Francisco de Asís durante 26 años. Fue condenado a seis años de prisión por supuesto lavado de dinero en un juicio injusto y arbitrario, llevado a cabo a puerta cerrada y sin respetar las garantías del debido proceso.