(CATOLIN).- El arzobispo Jaime Spengler durante su homilía en el Congreso Eucarístico Internacional, en el marco de un panel titulado «Vivimos en un mundo herido», sostuvo que la fraternidad universal y la unión con la «creación» son inherentes al «carácter fundamental de la Eucaristía».

«Después de la herida que la pobreza y el hambre causan a muchos, quizás la segunda gran herida en el mundo sea la crisis ecológica», señaló.

En su opinión, «la crisis ecológica que vivimos tiene relación con la pérdida del carácter sagrado de elementos de la naturaleza en nuestra cultura».

El arzobispo Spengler compartió con los fieles una reinterpretación del «verdadero significado» del Sacramento del Altar: «El carácter esencial de la Eucaristía es un encuentro y una acción en la que se contempla y experimenta todo el misterio de Cristo, es decir, la salvación del mundo, promoviendo la fraternidad universal» dijo.

Según él, la Eucaristía no nos aleja del mundo. Al contrario, nos introduce en el mundo. La Iglesia siempre ha reconocido la fuerte conexión entre la Eucaristía, la vida comunitaria, la sociedad y la creación.

Expresó su creencia de que los cristianos adoran la naturaleza y calificó la reunión globalista como «una oportunidad privilegiada para que los discípulos de Jesús expresen quiénes son: ¡sacerdotes de la creación! Sacerdotes de la creación en un mundo herido, decididos a ofrecer al Padre los dones de la creación”.

Finalmente, invitó a los fieles a seguir la conferencia de la ONU sobre el clima prevista para el próximo año en Belem, Brasil.