(CATOLIN).- La comunidad católica de Panamá se encuentra en un estado de profunda indignación tras el anuncio del arzobispo José Domingo Ulloa de un evento interreligioso que se celebrará el 15 de agosto, coincidiendo con la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María. Este evento, titulado «Tarde de los Templos», ha generado un intenso debate debido a su programación en una de las festividades más sagradas para la Iglesia Católica.

El evento, organizado en colaboración con líderes de diferentes confesiones religiosas, incluye la participación del rabino reformista Gustavo Kraselnick, conocido por sus posturas a favor de la comunidad LGBT. La «Tarde de los Templos» tiene como objetivo fomentar el respeto y la comprensión entre distintas religiones, invitando a los participantes a visitar templos de diversas creencias, algunas de las cuales, según los críticos, mantienen posturas que desprecian la figura de la Virgen María.

Para muchos católicos en Panamá, la coincidencia de esta actividad con la Solemnidad de la Asunción y el aniversario de la fundación de la ciudad de Panamá, nombrada en honor a Nuestra Señora de la Asunción, es vista como una afrenta a las tradiciones católicas. “Es un desatino celebrar este tipo de actividades en una fecha tan significativa para nuestra fe”, señaló un feligrés que prefirió mantenerse en el anonimato.

Los críticos del arzobispo Ulloa han sido particularmente duros, acusándolo de promover el sincretismo religioso y de desvirtuar la fe católica al animar a los fieles a participar en actividades en templos que sostienen creencias contrarias a las enseñanzas de la Iglesia. Además, las acusaciones contra el arzobispo no se limitan a este evento. Se le ha criticado por permitir prácticas litúrgicas cuestionables, como la participación de mujeres en el altar, la comunión en la mano, y la inclusión de elementos culturales que algunos consideran inapropiados en las misas.

“La decisión de organizar un evento interreligioso en un día tan importante para los católicos no solo es desconcertante, sino que también muestra una falta de respeto por nuestras tradiciones”, comentó un líder católico local. Este sentimiento es compartido por muchos, quienes temen que la apertura hacia otras religiones bajo la dirección del arzobispo Ulloa esté llevando a un declive en la reverencia por las tradiciones sagradas de la Iglesia en Panamá.