(CATOLIN).– En el marco del rezo del Ángelus del 1 de enero, el Papa Francisco dedicó unas breves palabras a la situación en Nicaragua, donde la dictadura ha intensificado su persecución contra la Iglesia del país centroamericano. Aunque evitó condenar directamente las acciones represivas, expresó su solidaridad con obispos y sacerdotes que han sido privados de su libertad.

El Papa Francisco dijo: «Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde Obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad. Expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración. A la oración insistente invito también a todos ustedes aquí presentes y a todo el Pueblo de Dios, mientras espero que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua.»

En sus palabras, el Pontífice instó a la oración insistente por la Iglesia nicaragüense y llamó a toda la comunidad católica a unirse en solidaridad. Aunque no detalló específicamente las dificultades, Francisco destacó la importancia de buscar el camino del diálogo como una forma de superar las tensiones.

La situación en Nicaragua ha empeorado en los últimos meses, y durante diciembre se ha observado un aumento significativo en la persecución hacia la Iglesia en el país. Obispos y sacerdotes han enfrentado restricciones a su libertad, generando preocupación a nivel internacional.