Vaticano aprueba proceso de beatificación del padre Leo Bang Yu-ryong
– El sacerdote coreano, fundador de la primera congregación monástica autóctona, es declarado Siervo de Dios por el Dicasterio para las Causas de los Santos.

P. Leo Bang Yu-ryong, siervo de Dios
Por: CATOLIN
(CATOLIN).– La Archidiócesis de Seúl ha recibido la aprobación formal de la Santa Sede para iniciar el proceso de beatificación del padre Leo Bang Yu-ryong (1900-1986), pionero de la vida monástica en Corea y fundador de la primera congregación religiosa autóctona del país.
El decreto emitido por el Dicasterio para las Causas de los Santos otorga al sacerdote coreano la condición de «Siervo de Dios», lo que marca el comienzo de la fase diocesana de investigación sobre sus virtudes heroicas y su legado espiritual. Este nihil obstat representa un paso decisivo en su causa de canonización.
Nacido en 1900 durante la dinastía Joseon, en un periodo de persecución contra los cristianos, el padre Bang creció en un entorno de fe clandestina. Fue ordenado sacerdote en 1930, en tiempos de dominio japonés, cuando afrontó la supresión de la lengua coreana en la liturgia y la imposición de modelos religiosos extranjeros. Como respuesta, promovió una expresión “netamente coreana” del catolicismo, integrando elementos de la espiritualidad oriental y utilizando el hangul en oraciones y celebraciones.
Su contribución más destacada fue la fundación, en 1946, de la Congregación de las Hermanas de los Mártires Coreanos, también conocida como Familia de los Beatos Mártires Coreanos, primera comunidad religiosa femenina creada por un sacerdote coreano. Inspirado en los 103 mártires canonizados en 1984 por san Juan Pablo II, estableció un modelo monástico adaptado a la realidad asiática, con énfasis en la contemplación, la mística, la poesía y la relación con la naturaleza coreana. Durante 27 años fue guía espiritual de la congregación, escribiendo más de un centenar de poemas y textos místicos sobre la oración y la Eucaristía.
Pese a las dificultades de la posguerra y la división de Corea, su obra se extendió a comunidades masculinas y laicales que hoy reúnen a cientos de miembros. Falleció el 24 de enero de 1986, en medio de una epidemia que afectó a su comunidad.
La Archidiócesis de Seúl, que promovió oficialmente la causa en mayo de 2025, ha conformado un comité histórico diocesano integrado por teólogos, historiadores y miembros de su congregación. Este equipo recopilará documentos y testimonios que acrediten su fama de santidad y sus virtudes teologales y cardinales.
En paralelo, la Iglesia en Corea también avanza en las causas del obispo Barthélemy Bruguière (1792-1835), primer vicario apostólico de Corea y mártir, y del cardenal Stephen Kim Sou-hwan (1922-2009), arzobispo emérito de Seúl y referente de la reconciliación nacional.
El legado del padre Bang trasciende Corea. Su visión de la inculturación ha inspirado procesos de renovación litúrgica en Asia, favoreciendo un diálogo entre la fe católica y las tradiciones locales. Contemporáneos lo describen como un hombre de oración constante y humildad profunda. Una de las religiosas de su congregación recuerda: «El padre Bang nos enseñó a encontrar a Dios en el silencio de nuestras montañas y en el ritmo de nuestra lengua».
La aprobación vaticana llega en un contexto de revitalización para la Iglesia en Corea del Sur, donde los católicos representan alrededor del 11 % de la población. Si en el futuro se reconoce un milagro atribuido a su intercesión, el proceso podría culminar con su beatificación, reforzando el dinamismo de una Iglesia nacida del testimonio de sus mártires.

CEO de CATOLIN, Lic. en comunicación por la Universidad Anáhuac Veracruz Campus Xalapa, Mtro. en Mercadotecnia por la Universidad de Xalapa, Fotógrafo y rapero católico.