(CATOLIN).- En un mensaje contundente, el P. Duarte Lara, sacerdote exorcista de la Diócesis de Lamego (Portugal), advirtió sobre las supersticiones asociadas con el Año Nuevo, calificándolas como «adulterio espiritual» y un posible «pecado contra la virtud de la religión». En una entrevista con ACI Digital, el exorcista destacó la importancia de mantener una perspectiva teológica sobre estas prácticas, señalando que el diablo se aprovecha de la brecha creada por la superstición.

El P. Lara hizo hincapié en que acciones como comer uvas o consultar horóscopos como rituales de Año Nuevo no son inocentes, sino que pueden considerarse intentos de obtener salvación de fuentes que no son Dios. Afirmó que el diablo se beneficia de esta falta de claridad espiritual y de la apertura a prácticas que desvían la atención de la verdadera virtud religiosa.

En cuanto a la superstición de las uvas, el sacerdote explicó que este acto implica confiar en rituales sin fundamento divino y poner la esperanza en prácticas que no tienen poder salvífico. Además, criticó la consulta de horóscopos, destacando que confiar en estas predicciones va en contra de la enseñanza cristiana de poner la confianza en Dios y no en fuerzas ajenas.

En contraposición a estas prácticas, el sacerdote destacó alternativas católicas para recibir el Año Nuevo, resaltando que la Iglesia otorga indulgencia plenaria a aquellos que recen el Te Deum en la víspera de Año Nuevo, proporcionando así una forma de expresar gratitud a Dios.

El P. Lara resaltó la importancia teológica de comprender la superstición como un vicio que va en contra de la virtud moral de la religión. Hizo hincapié en que la superstición se manifiesta en formas como la idolatría, la adivinación y la magia, todas las cuales desvían la atención y la confianza que deberían dirigirse a Dios.

El exorcista también abordó la motivación detrás de las supersticiones, destacando la imprudencia de aquellos que participan en ellas como una especie de broma o por temor a perderse algo. Señaló que esta actitud refleja una fe débil y un conocimiento limitado de la Palabra de Dios.

Además, el P. Lara advirtió sobre el peligro de poner la esperanza de salvación en fuerzas sobrenaturales distintas de Dios, ya que esto puede abrir la puerta al diablo. Citó el caso de una joven que, tras la muerte de su padre, recurrió a adivinos, lo que eventualmente llevó a su involucramiento con lo oculto y la necesidad de un exorcismo.

En conclusión, el sacerdote enfatizó que, en este Año Nuevo, la verdadera felicidad yace en la comunión con Dios y vivir en Su gracia, según la enseñanza de Jesús. Mientras las personas expresan sus deseos para el nuevo año, el P. Lara recordó la importancia de centrarse en lo más crucial: ser amigos de Dios.